El arroz híbrido chino, que logra abundantes cosechas en menos tiempo que el grano normal, se introdujo en Ecuador por primera vez hace tres años y desde entonces “ha conquistado el corazón de los mayores productores de arroz del país”, según Xu Jingbo, experto chino que viajó Ecudor por primera vez en 2001.
Entonces, los científicos chinos hicieron las primeras pruebas para ver la idoneidad del suelo ecuatoriano para el cultivo de arroz híbrido, declaró Xu, de la Oficina del Grano de la provincia de Hunan, la que tiene mayor número de hectáreas cultivadas de arroz híbrido en el país.

Tres años después, el primer tipo de arroz híbrido ecuatoriano, el “Mirey”, ha penetrado ya en numerosas tiendas y comercios, y Ecuador “ha encargado 40 toneladas de semillas de arroz híbrido”, señaló Xu.

El arroz híbrido, fruto de cruces entre las mejores semillas existentes, tarda entre 84 y 105 días en crecer, 20 menos que la media del arroz local ecuatoriano, y se vende un 40 por ciento más caro que el corriente, a un precio medio de 274 dólares por tonelada.

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“La producción arrocera de Ecuador es solo un 50 por ciento de la de China por hectárea”, manifestó Xu, quien prevé un futuro prometedor para la cooperación entre los dos países en este ámbito en los próximos cinco a diez años.

El equipo de Xu también planea efectuar pruebas en otros países de América del Sur, como Perú, Colombia y Brasil, explicó el experto a la agencia de noticias china Xinhua.

Todos estos países “son ideales” para cultivar el arroz híbrido, también conocido como “el arroz mágico oriental”, desarrollado a finales de la década de los años 90 del pasado siglo por el científico Yuan Longping, quien ahora está perfeccionando el arroz “superhíbrido”, cuya cosecha por hectárea es aún mayor, según los estudios preliminares.

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