El ex mandatario y actual diputado socialcristiano, León Febres-Cordero, dijo ayer que la posición del presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, sobre el posible retorno del también ex presidente Abdalá Bucaram, puede formar una causal para la destitución de su cargo.

“La posición de Gutiérrez está conformando uno de los causales que contempla la Constitución para destituirlo”, dijo LFC en una entrevista a Gamavisión, al referirse a la intervención de Gutiérrez en Telesistema, el martes pasado, cuando dijo que “como ciudadano considera que Bucaram es inocente”.

Febres-Cordero explicó que una de las causales de cesación del cargo, según la Constitución, es el juicio político, y que una razón para juicio político es atentar contra la seguridad del Estado.

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“Yo me pregunto, acaso no es atentar contra la seguridad del Estado traer a un delincuente por la vía de un amparo y destrozar la institucionalidad jurídica del poder judicial, cuidado por su falta de experiencia, por su desesperación por figurar...”, dijo Febres-Cordero.

El ex mandatario agregó además que los recursos de amparo no deben influir en las providencias ni en las sentencias de los jueces, porque así no habría justicia.

Febres-Cordero agregó además que Bucaram aún tiene una orden de prisión vigente. Además de los juicios Mochila Escolar y Gastos Reservados, el líder roldosista, fue enjuiciado por injurias calumniosas dos veces, primero por el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot y luego por la ex diputada Alexandra Vela.

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El juicio de Nebot prescribió por la ausencia de Bucaram. “El artículo 108 del Código Penal dice que cuando a usted lo han sentenciado por una causa, esa causa, por su ausencia, prescribe, pero si es recurrente en la misma causa, la segunda sentencia no prescribe. Entonces tiene vigente la orden de prisión y tiene que ir a la cárcel aunque no le guste”, explicó LFC.

Luego de la entrevista, el diputado del PSC acompañó al prefecto de Guayas, Nicolás Lapentti, que se lanzará para la reelección en los comicios de octubre próximo, a inaugurar varias obras en Santa Lucía, Daule, Laurel y el Jigual.

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Lapentti y Febres-Cordero aseguraron que no se trataba de campaña electoral, aunque para el recorrido se formó una caravana motorizada de más de 30 carros, y en ambas poblaciones se habían armado tarimas con parlantes, que promocionaban la reelección de los alcaldes locales y de Lapentti.

En Santa Lucía, Lapentti inauguró una planta de tratamiento de agua potable, obra gestionada por el municipio local en convenio con el gobierno uruguayo.