El presidente venezolano Hugo Chávez llamó a sus simpatizantes a iniciar desde este domingo el "ataque final" para coronar una nueva victoria electoral en el referendo en su contra la próxima semana.
"Vamos desde hoy a un ataque final, a una ofensiva popular en todas las direcciones, con mucha inteligencia y sin perder la calma", instó a cientos de miles de seguidores concentrados en la céntrica avenida Bolívar de Caracas.
Vestido de camisa roja, que identifica a su gobierno, Chávez llamó a sus huestes a no caer en "triunfalismos" y a estar alertas a posibles "sabotajes" de la oposición para evitar su victoria en la consulta.
"Nosotros vamos a ganar, pero no hemos ganado. Cuidado con el triunfalismo, quedan varios días; no podemos cometer ni un sólo error en los siete días que nos quedan", advirtió Chávez.
"Debemos estar alertas día y noche porque el diablo anda suelto y ustedes saben que el diablo (como llama a la oposición) tiene dueño allá en el norte (asevera que es el presidente George W. Bush, a quien señala como jefe de sus adversarios); pero nosotros estamos tranquilos porque Dios está con nosotros", añadió.
El presidente venezolano aseguró que el No del oficialismo se traduce en "la defensa de la soberanía y en la lucha revolucionaria de los latinoamericanos y caribeños contra el imperio norteamericano".
"Este es el No de Emiliano Zapata, de Pancho Villa, de Augusto César Sandino, quienes lucharon contra el imperialismo en el siglo XX", dijo.
También aconsejó a sus antagonistas a no dejarse llevar por el "desespero" y a no realizar actos de violencia durante la consulta.
"Como jefe de Estado le digo a los venezolanos que no habrá nadie que detenga la marcha de la patria, porque aplicaremos la fuerza de la Constitución y las leyes", advirtió.
Además, llamó a sus seguidores a activar "un plan de contingencia" en caso que gobernadores de oposición impidan el funcionamiento del transporte público el 15 de agosto.
"¿Se imaginan el desastre que puede ocurrir si nos quedamos cruzados de brazos? por eso es que a partir de hoy la batalla tiene que ser perfecta. Todo el que tenga un carro tiene que ponerlo a la orden", expresó Chávez.
"Si tenemos que amanecer votando, amanecemos votando, pero nadie se va hasta que tengamos el ultimo voto registrado", añadió el gobernante.
El mandatario insistió en que sus adversarios quieren privatizar la industria petrolera, y reducir y purgar las fuerzas armadas, augurando que si ello ocurre habrían grandes conmociones en el país, ante la resistencia de los trabajadores de hidrocarburos y militares.
En consecuencia, el mandatario aseguró "al mundo" que su proyecto "es el único que garantiza la paz, estabilidad y la democracia en el país" y la garantía del suministro petrolero internacional por eventuales nuevas conmociones en el país, que, advirtió, impulsarían el precio del barril de petróleo hasta los 100 dólares.