El presidente de EE.UU., George W. Bush, declaró ayer que desea reformas en las leyes de inmigración, pero adelantó que no creía que ello pudiera ocurrir este año debido a la actual campaña electoral.

Creo que debe darse un proceso que permita a una persona trabajar aquí legalmente, viajar a su país de origen y volver sin temor a ser arrestado, indicó Bush ante una convención de The Unity, agrupación de periodistas de raza negra.

Es la primera vez en meses que él habla públicamente sobre inmigración, un tema que al comienzo de su gobierno en el 2001 ocupó un  lugar importante en su agenda política.