El ex presidente peruano Alberto Fujimori dijo este sábado desde Tokio que "fracasó" el proceso de extradición en su contra y elogió a Japón por demostrar que es un perseguido político de Lima.
"La respuesta del gobierno japonés y sus preguntas al gobierno peruano sobre el insustentable cuadernillo de extradición marcan un hito muy importante en el camino de mi retorno al Perú", indicó Fujimori durante su programa en una radio limeña.
"El proceso de extradición ha fracasado" señaló Fujimori, acusado de ser el presunto responsable intelectual del asesinato de 25 personas a manos de un escuadrón de la muerte, durante el período álgido de la lucha contra el grupo subversivo Sendero Luminoso, de tendencia maoísta, en 1991 y 1992.
"Japón sostiene de manera concluyente que cuando no hay causa probable para sospechar que la persona ha cometido los actos que se le imputan no procede la extradición", subrayó Fujimori.
"La respuesta japonesa abre los ojos de la comunidad internacional sobre la persecución política promovida por el gobierno en su contra", agregó.
Según el ex mandatario, el gobierno japonés sostiene "que los indicios consignados en el cuadernillo de extradición resultan insuficientes para presuponer la participación de Fujimori en los delitos imputados".
"Eso quiere decir que ni siquiera se han considerado como indicios razonables los elementos presentados por las autoridades peruanas", acotó.
El documento de la justicia nipona se entregó a Perú el 23 de julio último. En él se indicó que las pruebas alcanzadas "son imprecisas y solo contienen pruebas testimoniales de referencia, y de ello no se puede confirmar el elemento de credibilidad, ya que no se incluyen declaraciones de testigos directos".
Perú presentó la demanda de extradición (700 páginas) en julio de 2003. En febrero de este año procuradores peruanos se reunieron en Tokio para absolver dudas sobre la demanda y la nacionalidad de Fujimori, quien también es japonés.
Fujimori, de 66 años, vive en Tokio desde noviembre del 2000 cuando renunció por fax a la presidencia tras estallar un escándalo de corrupción que se trajo abajo a su régimen de 10 años.