Mientras el petróleo sigue en precios récord, el candidato demócrata a la presidencia, John Kerry, prometió este viernes reducir la dependencia de EE.UU. del crudo a través de un plan energético que promueva diversificación y nuevas tecnologías.
 
Con el precio del crudo a más de 44 dólares por barril, Kerry atacó hoy al Gobierno del presidente George W. Bush por su inacción y sus lazos con la industria petrolera.
 
Según la campaña demócrata, Bush ha incumplido su promesa hecha en 2000 de hacer a EE.UU. menos dependiente del petróleo extranjero. El país importa actualmente el 61,7% del crudo y derivados que consume, frente al 58,2 de hace cuatro años.
 
"Solo tenemos el 3% de las reservas mundiales (de petróleo). Si queremos mantener nuestra independencia, debemos tener el control del futuro energético del país", afirmó Kerry en un acto electoral en Smithville (Misuri).
 
El plan energético de Kerry insiste en que las medidas, con un gasto previsto para el Gobierno de 30.000 millones de dólares, no sólo reducirían la dependencia energética, sino que promoverían la creación de empleos en sectores punta y la protección medioambiental.
 
Las medidas incluyen la creación de nuevos límites al consumo de los automóviles, lo que también ayudaría a frenar la erosión de la cuota de mercado de los fabricantes estadounidenses.
 
Una serie de incentivos fiscales fomentaría la compra de vehículos híbridos o de bajo consumo, así como la modernización de la industria estadounidense del automóvil.
 
Además, se prevé que un 20% del combustible venga de fuentes renovables (como etanol o biodiesel procedentes de maíz o soja). También se potenciaría la investigación de motores de pila de combustible impulsados por hidrógeno.
 
Además, el candidato demócrata insiste en su disposición a suspender temporalmente las compras de crudo para la Reserva Estratégica de Petróleo, a fin de liberar más de este producto para el mercado.
 
Kerry, quien en las últimas semanas ha criticado los lazos de la familia Bush con la familia real saudí, propone también diversificar las importaciones estadounidenses de petróleo, con menos compras en Oriente Medio y más en países como Canadá, Africa o Rusia.
 
"Ningún joven estadounidense que lleva el uniforme debería ser rehén de la dependencia de Estados Unidos del petróleo de Oriente Medio", afirmó.
 
En el sector del gas natural, en el que EE.UU. sufre una alarmante falta de suministros, el senador por Massachusetts asegura que promoverá inversiones para aumentar la producción nacional y la importación.
 
También establece el objetivo de que en 2020, un 20% de la electricidad de EE.UU. proceda de fuentes renovables (hidroeléctrica, biomasa, solar, eólica), sobre todo, con las dos últimas.
 
El plan presentado hoy lamenta que EE.UU. ha dejado que otros países se coloquen a la vanguardia tecnológica en sectores como la energía solar o eólica, que están en pleno desarrollo.
 
Kerry propone también modernizar y mejorar los niveles de construcción de los edificios y empresas para reducir el derroche de energía.
 
La campaña del candidato demócrata también criticó al Gobierno de Bush por autorizar fusiones de empresas petroleras, que han supuesto una concentración de este sector, uno de los principales beneficiarios -junto a los países productores- del aumento de los precios del petróleo, en perjuicio de los consumidores.
 
Los demócratas han criticado reiteradamente que los lazos de Bush y el vicepresidente Dick Cheney con la industria petrolera -de la que ambos fueron ejecutivos antes de llegar al Gobierno- les impiden tomar medidas contra el excesivo aumento de los precios.
 
Kerry también propuso acelerar la investigación y el uso en nuevas tecnologías que permitan el uso más limpio del carbón nacional en la generación de electricidad, y obligar a las compañías eléctricas a que modernicen sus redes de distribución, para evitar así que se repita el gigantesco apagón del año pasado.