Con el envío de la sonda Messenger a Mercurio, la NASA (Agencia Espacial de los Estados Unidos) afirmó su voluntad de avanzar en la comprensión del Sistema Solar, después de las imágenes que los robots Spirit y Opportunity enviaron a principios de este año desde Marte y luego de poner, por primera vez, una nave en la órbita de Saturno.
La sonda espacial Messenger, cuya misión es estudiar a Mercurio, el planeta más cercano al Sol, despegó el martes pasado a bordo del cohete Delta II en un largo viaje que la verá llegar a destino en el 2008.
La nave ofrecerá las primeras imágenes del planeta y también recabará informaciones sobre su geología, su atmósfera y su magnetosfera.
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Messenger medirá el tamaño de Mercurio e intentará determinar las propiedades del núcleo y del campo magnético. Esta misión permitirá entender por qué el planeta más cercano al Sol, con temperaturas diurnas cercanas a los 450º C, puede tener lo que parece ser hielo en los polos.
PLANETARIAS
HIERRO
Los científicos de la NASA tienen además otro interrogante: saber por qué Mercurio tiene un núcleo de hierro tan desproporcionadamente grande, ya que corresponde al 60% de su masa total.
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“Las respuestas a estas preguntas nos dirán no solo más cosas sobre Mercurio, sino sobre el proceso que sufrieron todos los planetas rocosos”, dijo ayer Sean Solomon, uno de los principales científicos del proyecto espacial Messenger.