Las nuevas tarifas de los espacios comerciales dentro del aeropuerto internacional Simón Bolívar de Guayaquil despertaron las protestas de sus usuarios. El gerente general de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, Nicolás Romero Sangster, expuso esta mañana en Citynoticias (89.3 FM de Guayaquil) las razones por las que se tomó esta decisión.

Antes de justificar el alza, Romero señaló que no se incrementarán las tarifas de todas las tasas. "Las únicas que sufrirán el cambio serán las comerciales". Estas son las que cancelan los restaurantes, salas VIP, almacenes y oficinas de las compañías de aviación.

Explicó que en el esquema de costos de cualquier empresa aérea, lo que ella paga por el aeropuerto es apenas el seis por ciento. “Más importantes son los gastos por combustible, depreciación, de alquiler de avión, gastos de personal, tripulación, entre otros”, indicó.

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Por lo tanto, de acuerdo al gerente general del aeropuerto, dentro de ese porcentaje, lo único que se está subiendo es el alquiler de las oficinas. Actualmente por metro cuadrado están pagando un dólar, lo que le parece un absurdo. Por esta razón habló de "una sincerización de precios".

Reveló que cuando la nueva directiva tomó el control, encontraron, inclusive, contratos que no se reflejaban en la realidad. “Cuando se decía que se había alquilado 40 metros, el usuario estaba usando 60 u 80 metros”. Lo primero que hicieron entonces fue regularizar todos los contratos en los que no se reflejaban las áreas reales. Ahora, el objetivo es estandarizar los precios de alquiler.

Denunció que en esta terminal aérea por muchos años se subsidiaron los valores comerciales por diferentes razones. “Por conveniencias, ayudas a determinadas personas, individuos y empresas se ha mantenido muy bajo el valor arrendatario”.

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Además, Romero aseguró que no se están tocando las tarifas que realmente afectan al servicio: las que los aviones pagan por aterrizar, por estacionarse, por la iluminación, por el alquiler de sus counters (en donde atienden a los clientes con los pasaportes y pasajes).

"Tampoco se está tomando el alquiler de las balanzas ni el de la sala de embarque. De acuerdo al contrato que tenemos con Tagsa, esas tarifas ellos no las pueden tocar, sino una vez al año, y exclusivamente a una fórmula polinómica que tiene que ver con la inflación: 70% a la norteamericana y 30% a la ecuatoriana”.

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De esta manera, expuso, se podrá deducir que las subidas anuales serán solo en función de la inflación y valores mínimos de subida.

En cuanto al aumento de los pasajes y servicios al usuario común, no cree que la compañías de aviación atenten contra el costo que se les cobra a los pasajeros. “Sería ilógico. Una tontería sin nombre si se lo hace. Una vez más repito, todos los costos del aeropuerto apenas representan un 6% en el esquema de gastos que estas tienen”.

Finalmente, cree que sí se va a llegar a un acuerdo con los empresarios, “ya que lo que se está pidiendo es lógico”. Estamos acostumbrados al subsidio, a tratos especiales. Y eso tiene que terminarse. Todos tenemos que trabajar de una forma diáfana con las cifras reales”, puntualizó Romero.