Hay que felicitar la ejecución de la obra del Malecón 2000, que se recuperó para Guayaquil, en un área turística que ha servido y servirá al ámbito nacional e internacional para esparcimiento, y orgullo de los guayaquileños.
Quiero llamar la atención para que se corrija la manera de llamar a esta obra puesto que realmente se llama desde hace muchísimo tiempo malecón Simón Bolívar, en honor al libertador de cinco naciones, entre ellas el Ecuador, y cuyo nombre está siendo “escondido”, sin querer, por el del año 2000.
Cuando el Municipio que determinó llamar malecón Simón Bolívar a esta arteria de la ciudad, y que es una de las más importantes, junto a la avenida Nueve de Octubre, lo hizo para rendir un homenaje eterno al insigne hombre, prócer y padre de la América Bolivariana.
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Es hora de que se retome, y por siempre, para todas las denominaciones del malecón de Guayaquil, el nombre de quien merecidamente se le dio y que tiene, malecón Libertador Simón Bolívar, para que la ciudad siga rindiendo su homenaje eterno al prócer de nuestra independencia, y qué mejor, luego de adicionarle esta gran obra.
Sería incorrecto también llamar a las otras obras: Bulevar 2002 en vez de bulevar Nueve de Octubre, Estero 2003 en vez de estero Salado, Avenida 2004 en lugar de avenida Quito, y así; hay que llamar a las cosas por su propio nombre.
Ing. Jorge Barros Sempértegui
Guayaquil