Hoy se cumplen cuatro días desde que los habitantes del cantón Balao intentaron linchar a un gendarme que presuntamente atropelló a un niño de 5 años, y a consecuencia de esto destruyeron parte del destacamento rural de la Policía.

El jefe del IV Distrito Policial, coronel Bolívar Cisneros, confirmó ayer que “aún no hay personal de reemplazo” para trasladar a Balao, pero se negó a decir si ha tomado o no contacto con las autoridades de ese cantón a fin de calmar la situación.

El destacamento policial albergaba a doce gendarmes, quienes fueron trasladados hasta Naranjal por su propia seguridad, el lunes pasado, según indicó el Tcrnl. Fernando Calle, jefe del Área de Policía de Naranjal.

Publicidad

El incidente ocurrió a las 19h00 del domingo pasado, después de que el policía Pedro García Gómez, supuestamente atropelló con una moto al menor Carlos Morales Barco de 5 años.

El accidente desató la indignación de los pobladores de Balao que intentaron linchar a García, a quien acusaron de estar bajo los efectos del alcohol. Durante el percance, la muchedumbre lanzó piedras y destruyó parte del destacamento.

“Hubo un enfrentamiento entre los habitantes (pedradas) y policías (disparos al aire) que se extendió hasta las 03h00. La gente está indignada porque en el destacamento ellos beben e ingresan mujeres”, explicó el lunes pasado Érika Espinoza, quien reside cerca de la unidad policial que fue atacada.