Los resultados, favorables o no, de la contratación del nuevo director técnico de la selección ecuatoriana de fútbol, Luis Fernando Suárez, se verán con posterioridad.

Lo que me parece absurdo es que por la cláusula de rescisión del contrato de dicho técnico con el Aucas,  la Federación Ecuatoriana de Fútbol le haya pagado a ese equipo la cantidad de $ 200.000, que  se aproxima a los $ 250.000 que se le pagó al Bolillo por clasificar a un Mundial, que sí se los mereció.

Con lo que se le canceló al Aucas se le pudo haber pagado al mismo técnico su sueldo por un año completo de trabajo, y si no aceptaba, simplemente se contrataba a otro.

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Este pago me parece apresurado, ya que se está disponiendo a la ligera de un dinero que en el fondo es del pueblo.

Marcelina Landívar Guerra
Guayaquil

El Bolillo, con su sabiduría, al igual que nuestros administradores del Estado, deben saber que los ecuatorianos desarrollamos un mínimo de nuestra potencialidad mental.

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Y ese es nuestro gran problema, para el cual afortunadamente hay profesionales que con sacrificio perseverante hemos comprobado que cada estado mental (miedo, improductividad...) está asociado a una actividad neurofuncional, del cerebro; y puede ser controlada y sustituida para lograr el “Sí se puede” en el fútbol y toda nuestra vida. ¡Viva mi selección!

Dr. Fabián Pérez C.
Guayaquil

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Creía que el entrenador mejor calificado para dirigir a la selección era sin duda Carlos Bianchi, ganador de raza, probado en toda su capacidad.

No sé por qué se insistió con el obsoleto estilo de Maturana, un juego retrasado, aburrido, en nada ganador. ¿Por qué no se apostó por un argentino, brasileño o europeo estilo Bora Milutinovic? Pero eso sí, que al que ya eligieron que ciertos directivos lo dejen trabajar y se dejen de estar imponiendo jugadores incapaces. Necesitamos una renovación de jugadores urgentemente. Adiós Bolillo y bienvenido nuestro nuevo entrenador.

José Coral
Guayaquil