El Congreso aprobó el justo aumento dado a los jubilados del Seguro Social, dentro del marco de la Constitución, lo cual hace que la norma dictada se enmarque dentro del Derecho ecuatoriano.

El Ministro de Economía desconoce que el fin primordial del Estado es satisfacer las necesidades colectivas, esto es, los requerimientos de sus asociados y no del Fondo Monetario Internacional del que es dependiente.

Si bien es cierto que el aumento de la pensión jubilar causará al Estado un gasto de alrededor de $ 200 millones anuales, este puede ser cubierto mediante una urgente renegociación de la deuda externa, pues no es posible que el país siga pagando más allá del 40% del presupuesto general del Estado, por servicio de la indicada deuda, esto es, alrededor de $ 2.800 millones.

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Perú, con una deuda externa de $ 30.000 millones, casi el doble de la que tiene nuestro país, paga $ 1.200 millones anuales. ¿Cómo es que nuestros negociadores no han conseguido rebajar el porcentaje que tenemos que pagar anualmente por el servicio de la deuda?

La solución técnico financiera aconsejable es que se renegocie la deuda externa para bajar el pago de la misma, y obtener los recursos para las pensiones jubilares y otras necesidades.

Dr. Jorge Freire Egüez
Guayaquil

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Cómo no escuchar a los viejos, y lo digo como un calificativo de amor y respeto, por todos los que se levantaron y clamaron por algo justo.

Y aún así el Presidente, ¿por qué no tomó (desde un comienzo) las riendas de su tutoría, que ganó por votos legales, y por medio de un decreto ejecutivo determinó lo que es justo para un grupo de personas? No sé es mejor estratega por esquivar las ofensivas.

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No con esto quiero decir que se dedique a un solo grupo, que vale mucho, sino a todos los que conformamos este país; tal vez aquel grupo no fue representativo en su elección, pero sí dio la vida al grupo importante que lo llevó hasta el palacio de Carondelet.

Aquellos jubilados que ya se fueron dejaron de lamentar esta profunda tristeza de vivir la indolencia de un Mandatario que no merece ningún calificativo, ni de indiferente; pues finalmente muchos de ellos ya descansan en paz.

Lcda. Macarena Donoso M.
Guayaquil

Este país bajo el mandato de un coronel presidente se ha convertido en una payasada.

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¿Hasta cuándo tendremos que seguir observando los ecuatorianos que un grupo de personas esté llenando sus arcas del dinero nuestro, el que lo sudamos todos los días trabajando, el que le pagamos al Estado para que unos trabajen?; pero, ¡no!, ellos buscan la manera de llevárselo cada día, solución para los jubilados un porcentaje más a un impuesto, ¡qué buena solución!

¿Cuándo tendremos paz y gobernantes buenos? La paciencia se acaba.

Alguien está haciendo lo mismo que Bucaram cuando fue presidente, y recuerde, él no terminó su mandato.

Ing. Pedro Moreira Valenzuela
Guayaquil