México exigirá a Estados Unidos que los elementos de  la Patrulla Fronteriza que utilizan desde este miércoles balas de goma con gas  pimienta para detener el tránsito de indocumentados en Texas se conduzcan con apego a los derechos humanos, informó este miércoles la cancillería.
 
La secretaría de Relaciones Exteriores ha instruido al embajador de México  en Washington, Carlos de Icaza, a reunirse con funcionarios de ese país para  solicitar información sobre dicho programa y para "expresar la preocupación del  gobierno mexicano por el uso indiscrecional que pueda darse de esas armas",  apuntó en un comunicado.
 
De Icaza también manifestará "la necesidad de que los cuerpos policíacos de  ese país se conduzcan con estricto apego a los derechos humanos de nuestros  connacionales", añadió la cancillería.
 
México considera que esos proyectiles sólo deben ser utilizados "en caso de  que los cuerpos policíacos tengan necesidad de repeler ataques" de los  inmigrantes indocumentados, concluyó el comunicado.
 
Se estima que cada año, más de 300.000 mexicanos intentan cruzar de manera  ilegal la frontera con Estados Unidos. Entre tres y cinco millones de mexicanos  residen de manera ilegal en el país.
 
La semana pasada el personal de la Patrulla Fronteriza hizo una  demostración en El Paso, Texas, sobre la forma en la que impactan esas balas en  el cuerpo humano.
 
El personal de la corporación informó que los rifles tienen un costo de 300  dólares cada uno, y que no son letales, aunque pueden causar moretones en la  zona donde impacten, además de molestias en ojos y nariz por tratarse de  gases.
 
Los agentes que portan los rifles tienen instrucciones de no disparar en la  cabeza e ingles, sostuvieron los funcionarios de la Patrulla Fronteriza en esa  ocasión.
 
Las armas tienen una capacidad de disparo de 8 balas por segundo, cargan  hasta 120 municiones y ya son utilizadas por la Patrulla Fronteriza en  California y Arizona.