La intérprete  presentó el viernes pasado su reciente trabajo musical. Actualmente visita Los Ángeles, Estados Unidos,  para ofrecer recitales a los ecuatorianos que residen en esa ciudad.

Su voz enérgica  y su manera tajante de expresarse traslucen que su temperamento es especial. “Soy una mujer de carácter fuerte y que nació sin miedo a nada”, señala la  ecuatoriana Irma Aráuz, quien este año celebra cuatro décadas dedicadas al canto.

Su personalidad, indica, la ha ayudado a defender su propósito de dedicarse por completo a interpretar pasillos, pasacalles, sanjuanitos, “aunque también he hecho boleros,  pero más me identifico con lo nuestro”.

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Para esta mujer de 52 años, la música nacional tiene un encanto indescriptible que pocos pueden descubrir e interpretar. “Cuesta lágrimas aprender a cantar un pasillo  porque hay que tener buena voz y sentimiento. Nuestra música es muy sentimental, contiene letras que la convierten en  poesía inigualable”, expresa y agrega que uno de sus maestros que más recuerda  fue el desaparecido Julio Jaramillo.

Aráuz dice que su vocación de artista se la debe a su familia. Pese a que su padre nunca se convirtió en cantante profesional, expresa que él es poseedor de una gran voz que la heredaron ella y su hermana mayor, Mary, quien también se dedica a esta carrera.

El viernes pasado, esta amante de las melodías nacionales  presentó en La Posada de las Garzas su reciente álbum, La dama del pasillo. Con esta producción  marca su retorno a los escenarios y celebra sus cuarenta años de trabajo artístico.

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Aráuz relata que a finales del 2003 hizo una pausa en su carrera debido a problemas de salud. “Me extirparon un riñón y luego comencé a sufrir problemas cardíacos que me obligaron a tomar un descanso”, manifiesta.

Ahora dice que regresa al medio musical con más entusiasmo que nunca. Asegura que continuará en el canto hasta el día en que muera.

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La preocupación latente de la cantante es el poco entusiasmo de los ecuatorianos por apoyar  lo autóctono. “Siento que a veces la gente se quiere olvidar de la música ecuatoriana. Me parece muy bien que la juventud se identifique ahora con el rap u otros géneros, pero creo que  debemos distinguirnos por lo nuestro. No se trata de que Irma Aráuz la cante, pero sí de que se tenga aprecio al pasillo, eso se está perdiendo cada día”, anota.

Aráuz viajó el domingo a Los Ángeles para cumplir con varias presentaciones que organizan los ecuatorianos residentes en esa ciudad con motivo de la conmemoración del 10 de agosto. Su retorno al país está previsto para el 17 del presente mes, fecha en la que continuará con la promoción de su producción discográfica en el país.

PERSONAL

Familia
Está casada hace 33 años con  Luis Márquez. Tiene tres  hijos y cuatro nietos, que indica  son su debilidad.

CARR
La artista comenta que guarda un cariño y agradecimiento infinito por quien en vida fue el  locutor Carlos Armando Romero Rodas. “Él siempre brindó su apoyo a los artistas locales, eso no se olvida”, puntualiza. 

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Modista
Expresa que hasta hace pocos años tuvo un bazar de costura, pues ama esa labor; sin embargo, tuvo que cerrar el local porque dice que su salud le impedía continuar con ese trabajo.

Cocina
Se considera buena cocinera. La cocina  es uno de los lugares  de la casa que, dice, le agradan más.