La primera etapa de construcción del nuevo aeropuerto de Quito, situado en el sector de Tababela, en el valle de Tumbaco (nororiente de Quito), está en plena ejecución.

En esta fase, se trabaja en la nueva autopista de acceso a la terminal aérea. La vía tendrá 4,3 kilómetros de largo por 60 metros de ancho, distribuidos en cuatro carriles (dos por cada sentido), un carril adicional por cada lado para servicio y ocho metros en el centro para transporte público.

El alcalde de Quito, Paco Moncayo, recorrió ayer el lugar en donde la maquinaria abre la ruta de la nueva autopista.

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El costo de la obra (cuatro millones de dólares) forma parte de los 350 millones que cuesta el proyecto total, según Gustavo Pinto, vocero de Quiport, empresa que opera y administra el aeropuerto actual capitalino.

Otch von Finckenstein, embajador de Canadá en Ecuador, cuyo gobierno a través de cuatro bancos financia la construcción de la nueva terminal aérea, indicó que la autopista estará terminada en seis meses, aproximadamente.

Los fondos para el nuevo aeropuerto de Quito, explicó Von Finckenstein, se encuentran actualmente en manos de abogados que ultiman los detalles legales para que el dinero sea desembolsado.

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Moncayo indicó, entre tanto, que se pagaron al menos 17 dólares por cada metro cuadrado a los 26 dueños de los terrenos que se expropiaron en la ruta de la autopista. El dinero utilizado hasta el momento, explicó, provino del concesionario que estará a cargo de la administración del aeropuerto durante 25 años.

El alcalde ratificó, además, que las 105 hectáreas que ocupa el actual aeropuerto Mariscal Sucre se convertirán en un parque ecológico y las instalaciones se adecuarán para el funcionamiento de un centro de convenciones.