Familiares y amigos no llenan las gradas en los encuentros de la liguilla final del torneo.

En las gradas del estadio Alejandro Ponce hay 85 asistentes. Es solo el doble del número de personas que hay en la cancha (entre jugadores, técnicos y árbitros).

En la tribuna, Clemencia de Romero incentiva con gritos a uno de los jugadores de Rocafuerte: “Vamos mijo”, pero no es su hijo, sino Éder Vaca, quien marcó uno de los goles en el juego contra Liceo Cristiano el pasado sábado.

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Su hijo, el arquero Ángel Romero, está en la banca, pero Clemencia llama así a todos los integrantes del equipo porque los conoce desde las divisiones inferiores.

Ella junto a un grupo de madres, hermanos y familiares de los futbolistas comparten, al igual que otros sábados, de las jornadas del torneo.

En el otro extremo del graderío hay seguidores del Liceo Cristiano, también se trata de parientes, amigos e incluso enamoradas de los jugadores. Por eso el ambiente en la tribuna es emotivo.

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Cuando un futbolista es golpeado, el juez expulsa a alguien o se marca un gol, los gritos son muy efusivos porque se trata de un hijo, hermano, primo o amigo.

Según Catalina Palacios, madre de Jimmy Tacle (Liceo Cristiano),  es una lástima que a estos partidos “solo acuda la familia. Aquí hay buenos valores y buen fútbol”, asegura.

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Aunque el DT de Rocafuerte, Segundo Castro, aclara que el club se preocupa por dar una ayuda económica a los jugadores para transportación, en otros equipos es común ver al final, afuera del camerino, cómo entre amigos, directivos, entrenadores y familiares se reúne dinero para el pasaje de los jugadores.

Según Julio César Rosero, técnico del Liceo, aunque no haya una remuneración en esta división, hay otro tipo de estímulos. “Al jugador se le da becas de estudio, se vela por su formación personal”, dice.

Sin embargo, otra madre de un  futbolista, Patricia Castro, considera que el respaldo de los aficionados en los estadios también los estimula, “pero por falta de difusión, casi no viene la gente”, comenta.

Y desde el pasado sábado, los escenarios para la segunda categoría aumentaron a cuatro estadios. La Espol, que por primer año interviene en el torneo, inauguró su cancha.

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Precisamente, para por lo menos asegurar la asistencia de los alumnos, Miguel Fierro advirtió que el ingreso para los estudiantes es gratis. El directivo también tiene el proyecto de convocar a ex alumnos y egresados para que integren un grupo de socios.

LA FECHA

ESCENARIOS
En el estadio Alejandro Ponce Noboa (Fertisa) hay una capacidad para 2.500 personas. En el campus de la Espol (Prosperina) se recibe a unas 800 personas; en Los Daulis (de Daule), 700 asistentes, y Los Chirijos, de Milagro, más de 10.000.

CLASIFICACIÓN
La clasificación en la liguilla final del torneo está así: 1. Panamá, 7 puntos; 2. Espol, 6; 3. Rocafuerte, 4; 4. Milagro Sporting 4; 5. Atlético Daule, 3; 6. Liceo Cristiano, 1.

RESULTADOS

El pasado sábado, en la tercera fecha del campeonato de segunda categoría, Rocafuerte ganó 4-1 a Liceo; Panamá a Espol 1-0; y Milagro venció 2-1 a A. Daule.