En Florida la posesión de drogas es un delito (en otros estados lo es el consumo). Según el volumen de la sustancia hallada y sus antecedentes judiciales, el infractor puede ser juzgado por una Corte de Drogas o un tribunal federal. 

La Corte de Drogas ofrece alternativas al encarcelamiento: el infractor puede acceder a programas de rehabilitación y tratamiento de la adicción durante un año, al cabo del cual el delito puede ser borrado de su récord.

Para permanecer “limpios”, los “clientes” (como los denominan los jueces) deberán asistir a reuniones de Narcóticos Anónimos o internarse en casas de asistencia (el costo lo asume el gobierno); regresar una vez por semana a la Corte para tomarse un examen de orina y una vez al mes para que el juez lo reciba en una audiencia de evaluación; y conseguir un empleo o retomar los estudios. Si cumple, el infractor se “gradúa” en  ceremonia especial.

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El índice de reincidencia en Florida es del 6%, dijo Robert Koch, coordinador de la Corte. En el ámbito nacional es del 70%. La de Miami fue la primera Corte de ese tipo en EE.UU.; actualmente, hay más de 1.500 tribunales. En el 2004, el gobierno asignó a ese programa 45 millones de dólares; para el 2005 está previsto un aumento de 30 millones.