El entrenador de porteros de la selección de Honduras, Julio César Arzú, ha pasado malos momentos en Estados Unidos y El Salvador, no por violar leyes migratorias, sino porque fue confundido con un presunto homicida con el mismo nombre.
 
Arzú, quien fue el portero de Honduras en el Mundial de España82, lleva tres años enfrentándose a problemas en aeropuertos de EE.UU. y El Salvador, donde las autoridades registran a un compatriota suyo con el mismo nombre, acusado de homicidio.
 
El diario hondureño "La Prensa" destaca hoy el caso de Arzú, quien tiene 50 años, mientras que su homónimo tiene 18.
 
No obstante, el ex mundialista hondureño fue detenido el pasado jueves durante unas tres horas en el aeropuerto de Miami, tras llegar a esa ciudad, donde la selección de su país jugó el sábado un partido amistoso contra el Once Caldas de Colombia.
 
La selección hondureña se prepara para disputar a partir del 18 de agosto la siguiente fase eliminatoria del Mundial de Alemania 2006, en la que tendrá como rivales a Costa Rica, Guatemala y Canadá.
 
Arzú relató que algo similar le ocurrió hace tres años en El Salvador, pero creyó que el caso había quedado resuelto tras explicar que nunca ha matado a nadie, ni tiene cuentas pendientes con la justicia.
 
El reconocido deportista, que tras el Mundial de España82 jugó en el Racing español, dijo que en Miami fue sometido a un interrogatorio que duró tres horas.
 
Añadió que buscará la forma de aclarar de una vez por todas el caso, ya que él tiene un hijo que también se llama Julio César Arzú, de 19 años, quien podría ser detenido injustamente.
 
Del presunto homicida no se precisaron detalles, solamente que sobre él pende una orden de captura.
 
Julio César Arzú, también conocido como el "Tile", jugó en Honduras para el Real España, Tela Timsa y Platense, mientras que con la selección defendió la portería en varias ocasiones, entre 1976 y 1989, tanto en categorías inferiores como en la absoluta.