Intoxicados o quemados, sólo un milagro podría salvar al 10% de unos 300 internados en hospitales de Asunción, sobrevivientes del descomunal incendio que causó al menos 340 muertos al devorar un supermercado el domingo, revelaron con resignación autoridades médicas.
"El 10% de los internados está muy grave. Hay que rezar para que salven la vida. Por suerte, a nadie le falta respiradores", dijo a la AFP el ministro de Salud, Julio César Velázquez, quien firmó con el presidente Nicanor Duarte el estado de emergencia sanitaria.
Decenas de jóvenes, curas y personas mayores se acercaron a para acompañar a los familiares de las víctimas que sufren las dolorosas quemaduras que los tienen entre la vida y la muerte en cuatro grandes centros hospitalarios.
En Emergencias Médicas hay unos 150 convalecientes, en el Hospital del Quemado hay 15, en el hospital central del Instituto de Previsión Social otros 120 y en el sanatorio Max Boettner sobreviven 6.
"Dentro del dolor por la tragedia este es un gesto espontáneo de mucho valor", dijo Velázquez a la AFP.
En su mayoría estudiantes, los jóvenes prestaban asistencia sicológica, en alimentos, agua, medicamentos, en una actitud de "extraordinaria solidaridad", comentó Ilde Silvero, decano de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas de la Universidad Católica.
Algunos de los internados que perdieron el conocimiento no habían sido todavía reconocidos por sus parientes.
Atontados, conmocionados, tres hermanos, uno de 23, una adolescente de 16 y otro de 14, no terminaban de aceptar que su padre, madre y dos hermanos, uno de 18 y otro de 12, murieron en la tragedia.
El capitán de Navío Aldo Luis Gini Torres, su esposa Cecilia Beatriz Fleitas y sus hijos José Luis y Andrés David, perecieron y los tres deudos eran acompañados y consolados por compañeros de facultad y de colegio en el Hospital de Emergencias para retirar los restos.
Un centenar de restos fueron sepultados entre la mañana y la tarde de este lunes, anunció el intendente (alcalde) de Asunción, Enrique Riera.
Según el comisario Santiago Velazco, una gran compresora de gas que explotó fue el factor detonante que precipitó el incendio del domingo.
Dijo que fueron contabilizados 318 cadáveres, 270 de ellos plenamente identificados, en tanto que 19 restos humanos fueron introducidos en bolsas de plástico.
Manifestó que la búsqueda se volvió a interrumpir por el peligro de derrumbe pero dejó entrever que "hay más cuerpos".
El director del Sanatorio estatal Juan Max Boettner, el médico Gilberto Chaparro Abente, dijo a la AFP que la mayoría de los muertos sufrió asfixia por ingestión de monóxido de carbono.
"Es como un veneno invisible que penetra en las células nerviosas que no pueden estar más de tres minutos sin oxígeno", relató.
Explicó que se produce entonces una asfixia en los tejidos. "La gran mayoría falleció primero por la ingestión de monóxido y después carbonizada por el incendio
Los sobrevivientes son sometidos a limpieza de pulmones con nebulizadores a los que están conectados en forma permanente, precisó.
El Gobierno conformó un comité independiente fiscalizador de las donaciones nacionales y extranjeras "para que nadie dude que los fondos se utilizarán en forma transparente para la atención de los heridos".