Habiendo trabajado en diferentes compañías, aportado 27 años y recibido un sueldo, entonces de 500.000 sucres, en una empresa de barcos; a bordo tenía bono de 640 dólares.

Pero sufrí un accidente en uno de esos buques mercantes en 1994, y tuve que jubilarme siendo maquinista naval, por invalidez. Después de 7 años de ir y venir del Seguro, hoy recibo 71,56 dólares, según matemáticos del IESS (la tercera parte de mi sueldo).

Como maquinista naval, ahora, gracias a Dios y a un médico que me operó, puedo ir por el mundo en buques de pasajeros, y me encuentro con muchos jubilados de varias condiciones sociales de todos los continentes (pero nunca con un ecuatoriano). El que menos gana tiene 1.000 dólares de pensión jubilar, más beneficios de ley.

Publicidad

Parapléjicos, mutilados, en sillas de ruedas que los conducen sin problema hasta el último piso de la nave, todos esos jubilados siguen trabajando en esos barcos cinco estrellas. Ellos me hacen preguntas y les digo que también soy jubilado, pero nunca cuento que percibo $ 71,56 de pensión del Seguro Social. ¿Por qué tanta diferencia, señor Presidente?

Ramón Caicedo Godoy
Guayaquil

El presupuesto del Estado, para el 2004 en vigencia, aceptado, corregido y aumentado por “sabios economistas”, y aprobado por los “padres de la patria”, demuestra una vez más con hechos reales que no sirve.

Como medida precautelar esa gente debe ser removida y buscar personas con miras a eficiencia, pues para atender puestos prioritarios solo piensan aumentar impuestos. A fin de que haya equilibrio entre los ingresos y egresos, esos personajes, o sobredimensionaron los ingresos o escondieron los gastos reales en el presupuesto, que para el efecto es lo mismo. De ahí surge uno de tantos problemas: el de las pensiones de los jubilados.

Publicidad

Considero prudente para atender los pagos jubilares que por decreto ejecutivo se supriman ciertas “actividades”, por cuanto dichos prohombres lo único que saben hacer es turismo por el orbe, gastando sin misericordia los dineros del ciudadano que con su trabajo cotidiano aporta.

Las cuotas presupuestarias a cada ministerio se las debe disminuir en el 1%, y a los ministerios vinculados con lo social, derechos humanos y salud se debe aumentar con otro 1%. Se pueden tomar estas medidas sin que haya aumento de impuestos a los licores, cervezas y cigarrillos.

Publicidad

Auditor Edin Mantilla Castillo
Guayaquil