Al menos 283 muertos y más de 300 heridos produjo una explosión de gas e incendio este domingo en un supermercado de la capital paraguaya, cuyas puertas fueron bloqueadas para evitar que los clientes se fuesen sin pagar en medio del fuego, informaron a la AFP las autoridades.
El dueño del supermercado, Juan Pío Paiva, está detenido y será acusado de homicidio culposo, dijo en una conferencia de prensa el fiscal que investiga la tragedia, Edgar Sánchez.
"Se siguen sacando cuerpos, en forma lenta, por precaución", dijo, por su parte, el jefe de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, comisario Santiago Velazco.
El portavoz del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, Roque González, confirmó a la AFP que las puertas del edificio estaban cerradas cuando los Bomberos llegaron al local.
Relató que personal de seguridad del supermercado Ycuá Bolaños (Pozo Bolaños, en guaraní) disparó contra un Bombero voluntario cuando intentó abrir la entrada principal.
"Soy Bombero", le dijo el funcionario, según González, "y le descerrajó otro tiro, pero no le alcanzó", afirmó.
El comisario Santiago Velazco, jefe de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, dijo a la AFP que hay por lo menos una veintena de testigos que afirman que los responsables del centro comercial "candadearon" (cerraron con candado) las puertas de entrada y salida para que nadie se fuera sin pagar.
Paiva, quien negó las acusaciones, está detenido en la Comisaría 12 de Trinidad, según el departamento de Relaciones Públicas de la Policía.
"Todos los que pudieron salir lo hicieron. Es una tragedia", afirmó Paiva en declaraciones a los periodistas.
El fiscal Sánchez dijo que 75 cadáveres ya fueron identificados.
Los cadáveres identificados eran llevados a un polideportivo techado del Comando de Ejército, situado a 20 cuadras del lugar de la tragedia, mientras que el resto era transportado a la Iglesia de Trinidad, ubicada a 200 metros del supermercado.
El ministro Fiorotto dijo que los bomberos "van a hacer una pausa en las tareas de rescate y vamos a centrarnos en la identificación de los cuerpos", afirmó.
El presidente Nicanor Duarte decretó un duelo nacional de tres días "en tributo" a las víctimas.
El jefe de Estado acudió al lugar del siniestro para dirigir la evacuación de sobrevivientes y el traslado de cadáveres en helicópteros y ambulancias, tras la tragedia que estalló a las 15H30 GMT.
"Es un momento de mucho dolor. Vinimos acá para dar una voz de aliento a la gente, tanto a los familiares como a los policías y bomberos que están trabajando para reducir la magnitud de esta desgracia", dijo el presidente Duarte a los periodistas.
"Es la tragedia más grande desde la Guerra del Chaco", cuando Paraguay enfrentó a Bolivia, dijo el presidente del Congreso, Miguel Carrizosa.
El portavoz presidencial, José Duarte, que acompaña al mandatario, relató a la AFP que la evacuación se realizaba con fuertes medidas de seguridad por temor de desplome del edificio, ubicado sobre la céntrica avenida Artigas de Asunción.
Bomberos que combatían las llamas del incendio y fuentes hospitalarias coincidieron en que al menos 300 heridos habrían sido evacuados hacia hospitales estatales y privados.
El suceso ocurrió en el interior del supermercado, en una cocina del patio de comida rápida del centro comercial.
González dijo a la AFP que los Bomberos trabajan sobre la hipótesis de que "una chispa" produjo la explosió e incendio "en un tanque industrial de gas en el patio de comidas".
Algunas versiones de prensa atribuídas a fuentes militares sin identificar hablaron de la posibilidad de "un coche bomba" en el estacionamiento subterráneo como causa de la tragedia.
"Eso no puede ser cierto. El fuego comenzó en el patio de comidas por la explosión de un tanque de gas industrial y se propagó rápidamente. Hay mucho material combustible en el lugar", explicó el vocero de los Bomberos.
"La mayoría murió por inhalación de gas tóxico. Posiblemente las quemaduras fueron posteriores. Si los dejaban salir no hubiera ocurrido", dijo el capitán de Bomberos Voluntarios, Hugo Onieva.
El centro comercial cuenta con patio de comidas y en el momento de la tragedia había por lo menos unas 400 personas, según cálculos de testigos.
Médicos y enfermeros de Argentina viajaron este domingo por tierra hacia Asunción desde la limítrofe provincia de Formosa (Norte), para colaborar en el rescate y asistencia de las víctimas.
También se mandaron tres ambulancias para la eventualidad de trasladar heridos, se preparó un cargamento de gasas, jeringas, suero y analgésicos y se reservaron camas en los hospitales de la zona.
En Buenos Aires, en tanto, se dispuso el envío de suministros y pertrechos médicos en un avión militar de transporte en el que también viajaba el director de Emergencia Sanitarias Carlos Sanguinetti, según informó Andrés Leibovich, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.