El Gobierno de EE.UU. aumentó este domingo el nivel de alerta terrorista en el sector de servicios financieros en las ciudades de Nueva York y Washington y en el norte del estado de Nueva Jersey ante la posibilidad de un atentado de Al Qaeda.
 
El secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, anunció hoy en una conferencia de prensa que en esta ocasión la alerta es más precisa porque "hay información nueva e inusualmente específica acerca de donde Al Qaeda quisiera atacar".
 
La alerta se lanzó después de que los servicios de inteligencia indicaran que Al Qaeda planea atentados contra varios edificios, incluidas las sedes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (Washington), del banco Citigroup y la Bolsa (Nueva York) y de la empresa de seguros Prudential (Newark, Nueva Jersey).
 
Ridge explicó que la información fue recogida "en múltiples fuentes" y es "alarmante", pero evitó decir que se hubiera detectado un complot específico.
 
Además, en un intento por evitar la alarma ciudadana, Ridge recalcó que "ya se han emprendido medidas para reforzar la seguridad en torno a esos edificios".
 
Las autoridades también han contactado a los responsables de esas empresas e instituciones para coordinar las medidas de protección.
 
Ridge explicó que uno de los temores es el uso de autos o camiones bomba, ya que miles de vehículos circulan a diario junto a varios de los edificios que albergan a estas instituciones.
 
Incluso así, Ridge reconoció que si bien se sabe el dónde, se ignora el cuándo. "En estos momentos no hay información que identifique un momento exacto para estos ataques", dijo.
 
El nivel de alerta en los servicios financieros quedará en naranja ("elevado"), el segundo en la escala de seis creada por el Gobierno, pero seguirá amarillo o "alto" en el resto del país.
 
La excepción es Nueva York, ciudad que ha mantenido el nivel naranja de alerta. Por ello, las instituciones financieras neoyorquinas estarán en el nivel más alto de la escala, el rojo (que indica un riesgo "severo" de atentados).
 
Esta es la primera vez que se lanza una alerta para lugares o sectores concretos.
 
Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Gobierno ha aumentado el nivel de riesgo de atentados terroristas en varias ocasiones, pero de forma general a todo el país, lo que ha sido criticado porque generaba un alto nivel de ansiedad en toda la población.
 
Ridge aseguró que el anuncio de hoy no tiene relación con la detención, el pasado 19 de julio junto a la frontera con México, de una mujer que acababa de cruzar ilegalmente por el Río Grande y a la que se le encontraron un pasaporte sudafricano falsificado, miles de dólares y un billete de avión hacia Nueva York.
 
Sí agradeció la colaboración de Pakistán, lo que hace suponer que ese país ha ofrecido al menos parte de la información.
 
En Washington, las sedes del FMI y el BM están apenas a dos bloques de la Casa Blanca.
 
Una portavoz de la sede presidencial estadounidense, Erin Healy, señaló que la amenaza "es muy reciente, y llegó en las últimas 72 horas".
 
Por su parte, un portavoz del FMI dijo que había sido alertado de la posible amenaza por las autoridades estadounidenses y aseguró que "estamos tomando todas las precauciones necesarias".
 
Añadió que el presidente George W. Bush tomó la decisión final de aumentar el nivel de alerta ante la recomendación del Departamento de Seguridad Nacional.
 
El ex gobernador de Vermont Howard Dean, que fue aspirante a la candidatura presidencial demócrata, acusó al Gobierno de "jugar al politiqueo" con las alertas.
 
"No tengo dudas de que el presidente intenta proteger al pueblo estadounidense, es su trabajo... pero cuando la campaña se basa en inspirar miedo en el pueblo, eso es politiqueo", afirmó Dean en declaraciones a CNN.
 
El anuncio de este domingo se produjo después de la divulgación de que las autoridades de Nueva York habían contactado a los responsables de edificios de oficinas para que extremen las medidas de seguridad en garajes y sistemas de ventilación ante el temor de que Al Qaeda prepare un atentado.
 
Nueva York acogerá entre el 30 de agosto y el 2 de septiembre la Convención Nacional Republicana, que proclamará a George W. Bush candidato a la presidencia de EE.UU., un evento que ha sido declarado por el Gobierno como de alto riesgo.