Aunque Andrés ya sabe qué hacer cuando es asaltado, la experiencia que vivió en dos secuestros express marcaron su vida de temor, inseguridad e indignación porque, según él, la Policía “nada hace para detenerlos”.

“Fue el 15 de enero pasado. Me interceptaron en el semáforo de las avenidas Carlos Luis Plaza y Pedro Menéndez Gilbert”, contó.

“Robaron cuatro carros en diferentes lugares. Yo rezaba para que no apareciera la Policía o alguien se resistiera y hubiesen disparos, porque estaba en la parte trasera de mi vehículo 4x4. Les di una buena parte de dinero y me dejaron”, relató.

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“Otra vez fue en junio, como sabía lo que tenía que hacer, en menos de un segundo estuve en la parte trasera del carro. No había ni un policía. Buscaban carros con uno o máximo dos ocupantes. No encontraron y llamaron a su informante en el aeropuerto. Atracaron a dos familias que venían de Estados Unidos. Fue triste ver cómo les quitaban sus maletas”, relató.

“¿Y la Policía y las cámaras de seguridad? ¿Qué hay con los informantes? Hay algo muy raro en todo eso”, cuestionó.