Se ha descuidado en forma prolongada la capa de rodadura de gran parte de las calles, tanto en el casco urbano como fuera de este.

Hay numerosos baches pequeños y grandes, depresiones y desniveles unos a continuación de otros, produciendo el deterioro de los elementos del tren delantero y los amortiguadores de los vehículos motorizados.

A eso se suma la gran cantidad de alcantarillas con profundos desniveles en muchas vías, que la empresa encargada de eso no aborda de manera responsable. Cuando de repente empieza algún trabajo de elevación del nivel de una tapa de alcantarilla, dejan abiertas las excavaciones alrededor de estas y ocurre lo que me ha sucedido dos veces: la una en agosto del 2003, en la intersección de Rocafuerte y Loja, y el 14 de mayo del 2004, en Venezuela y Chimborazo; en ambas ocasiones se rompió la llanta de mi carro al pasar sobre el desnivel, que no exhibía señal de precaución.

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Dr. Marco A. Reinoso Aguirre
Guayaquil