Colombia considera que la oferta de Estados Unidos para las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) es "extremadante reducida" para sus intereses, luego de que este miércoles Bogotá se retirara de la mesa de tratativas sobre propiedad intelectual por el veto estadounidense a su negociador.
Las discrepancias entre las delegaciones de Colombia y Estados Unidos quedaron asentadas cuando el jefe del equipo negociador colombiano, Hernando José Gómez, salió al cruce de la oferta estadounidense calificándola de conservadora y extremadamente reducida.
"La oferta es muy conservadora, extremadamente reducida respecto a lo que habíamos solicitado, en particular en agricultura", dijo el negociador tras el intercambio de listas.
Gómez dijo que Colombia solicitará a los estadounidenses que mejoren su oferta y agregó que en el sector agricultura, la oferta realizada por su país en la tercera ronda de Negociaciones del TLC, "es mucho mejor de la que Estados Unidos ha presentado".
Indicó que esperan que para la cuarta ronda de Negociaciones, a realizarse en Puerto Rico en setiembre, Estados Unidos mejore su oferta en términos comerciales con el fin de que sea significativa para Colombia.
Asimismo, la delegación colombiana rechazó categóricamente el veto de Estados Unidos para su negociador sobre propiedad intelectual, Carlos María Correa, provocando los primeros roces entre las dos delegaciones.
"No son válidos los argumentos de Estados Unidos para objetar la presencia del experto argentino acreditado por Colombia como funcionario público para participar en las negociaciones de la mesa de Propiedad Intelectual del TLC", dijo Gómez.
La delegación norteamericana vetó la presencia de Correa porque considera que "no era un funcionario público a tiempo completo".
Ese argumento fue de inmediato rechazado por Gómez quien indicó: "No lo consideramos válido, creemos que nuestra acreditación estaba sujeta a todos los principios legales y no debió existir ninguna dificultad desde el punto de vista de la correcta acreditación de esta persona".
Explicó que desde el punto de vista de la legislación colombiana este experto califica como una persona en ejercicio de funciones públicas y por ello se lo incluyó en el equipo negociador colombiano.
Para Alberto Bravo, presidente de la Asociación de Industria Farmacéutica de Colombia, el veto a Correa y la suspensión de las negociaciones en la mesa de propiedad intelectual podría mirarse como una estrategia de Estados Unidos para sacar ventaja sobre los países andinos.
La cuestión de la propiedad intelectual podría "ser arrastrada hasta febrero del 2005, porque la premura en una negociación resultará el principal enemigo de los países andinos y una ventaja de Estados Unidos", agregó.
Gómez reconoce que Perú y Ecuador apoyaron la posición de Colombia ya que parte de la credibilidad y legitimidad que debe tener esta negociación es que se respete la decisión soberana de cada país de elegir su representante en la mesa de negociación.
"Me siento respaldado como siempre me he sentido por Ecuador y Perú", dijo el negociador colombiano.