Un sistema jurídico en crisis y la falta de preparación de la Policía para trabajar en favor de la comunidad son, según dos analistas, los factores gravitantes para que no se aplique la seguridad ciudadana.

Miguel Chavarría (Ecuador) y Jaime Zuloaga (Colombia), al intervenir ayer en el I Foro Social Américas, coincidieron en que “si los ciudadanos se toman la justicia por mano propia es porque se cansaron de esperar a que la justicia y la Policía actúen con eficacia”.

Chavarría afirmó que la percepción que tiene la colectividad de la Policía y de la Justicia es que son entes lentos, burocráticos y pocos sensibles con la situación de las mayorías.

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Zuloaga afirmó que la inseguridad se transformó en la industria del miedo que favorece a ciertos sectores, por ejemplo, a los guardias privados.