El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, dijo ayer que el Cabildo determinará en un tiempo prudencial –que no especificó– qué viviendas demandan una demolición por su estado obsoleto y cuáles una reparación.

Nebot respondió así a la evaluación del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil que determinó riesgos de incendio y desplome en 256 viviendas que comprenden 16 manzanas de las calles Colón hasta Ayacucho y desde Antepara a Esmeraldas, donde funcionan conventillos, bodegas, fábricas y tiendas con pésimas condiciones físicas, eléctricas y sanitarias.

“Tengo que ver técnicamente de cuánto es el plazo en el que informará Urbanismo para chequear cuáles de esas casas son reparables y cuáles demandan demolición”, dijo el Alcalde.

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En un comunicado el Cabildo informó que, de acuerdo a la ordenanza, el propietario es el responsable de la demolición de su vivienda. “Solo cuando el dueño se niega a proceder el Municipio procede a demoler, cobrando por el trabajo”, dijo.

En cuanto al uso de bodegas en casas de construcción mixta, el Cabildo admitió que hay personas que operan al margen de la ley, a pesar de que se mantiene una severa política para autorizar el funcionamiento de las bodegas.

“La correcta utilización del uso del suelo debe ir acorde con la adecuada comercialización de venta de productos y a los infractores se les aplica severamente la ley”, agregó el comunicado.