El anuncio del presidente de Perú, Alejandro Toledo, de levantarse el secreto bancario para ser investigado por actos de corrupción provocó reacciones contrastadas en Perú.

Su gabinete de ministros decidió ayer levantar su secreto bancario y patrimonial “para descartar cualquier acusación de corrupción”, informó el canciller, Manuel Rodríguez Cuadros.

Toledo autorizó en la víspera que se levante su secreto  bancario y el de su patrimonio conyugal en Perú y el exterior,  acosado por denuncias de corrupción y en un esfuerzo por mantenerse en el  gobierno.

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El Mandatario está acusado de tener cuentas de cinco millones de dólares en un banco de Luxemburgo.  

El opositor Partido  Aprista Peruano criticó el anuncio de Toledo y lo calificó de resolución efectista y de ser solo “manotazos de ahogado”.