La Municipalidad de Guayaquil analiza el informe sobre las 256 viviendas del centro de la ciudad que están en riesgo de incendio o derrumbe, como lo determinó una evaluación realizada durante los tres últimos meses por el Cuerpo de Bomberos.

Los inmuebles comprenden 16 manzanas desde las calles Colón hasta Ayacucho y de Antepara a Esmeraldas.

El jefe del Cuerpo de Bomberos, coronel Jaime Cucalón, señaló que son viviendas de 50 a 60 años de construcción (mixta), “debilitadas por  lluvias y polillas y con estructuras, conexiones eléctricas y sanitarias en mal estado”.

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Dijo que el informe lo envió al Alcalde para que disponga los expedientes de cada casa y ordene su demolición o reparación. “Muchas son bodegas de gente de los mercados que se resiste a salir y donde el Municipio debe disponer el uso del suelo”. La evaluación la conoce el director de Aseo Urbano y Mercados del cabildo, Gustavo Zúñiga, quien emitirá un pronunciamiento en las próximas horas.

Las casas de construcción mixta también se ubican en los alrededores de las calles Manabí entre Cacique Álvarez y Coronel, donde el sábado último hubo un incendio en el que ocho bomberos resultaron heridos.

El director de Urbanismo, Luis Pérez Merino, afirmó que desde 1993 hasta este año fueron reparadas 649 casas, pero no especificó cuántas han sido derribadas de las 1.938 que tenían orden de demolición.

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Explicó que una casa de construcción mixta en el centro no debe ser utilizada como bodega porque incrementa el riesgo de incendio y admitió que para el cabildo es difícil controlar esta situación. Cucalón sugirió a la Empresa Eléctrica reportar el estado de las instalaciones eléctricas de los inmuebles cada mes que realizan la inspección.

Por su parte, el presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil, José Centeno Abad, señaló que las viviendas de construcción mixta representan un peligro de incendio y derrumbes, por lo que recomendó a la Municipalidad realizar una inspección  completa y disponer la reparación de los daños.

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Dijo que era imposible cambiar totalmente una vivienda ya construida porque las condiciones no lo permitirían, aunque agregó que se le podía dar un tratamiento especial. “Hay que evitar la madera y revestir las columnas y las paredes con cemento para mantenerlas fuera del calor”. En las escaleras de madera indicó que era muy difícil realizar el cambio.