El presidente Carlos Mesa admitió que Bolivia enfrenta riesgos de separatismo si llama a una Asamblea Constituyente para debatir el pedido de autonomías que reclaman algunas regiones, pero dijo que el riesgo sería mayor si no encara ese debate.

“La Constituyente es indispensable. ¿Es un riesgo? Sí, pero el riesgo sería peor si no se hiciera”, señaló.

“Las cosas llegaron a tal punto que hay dos caminos: o se resuelve el tema (autonomías) de manera civilizada (en la Asamblea Constituyente), o a patadas y a tiros”, agregó, según la agencia gubernamental ABI.

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La revuelta popular de octubre del año pasado que derivó en la muerte de 65 personas y precipitó la dimisión del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, resucitó viejas rivalidades regionales entre occidente y oriente y alentó pactos entre regiones.

Un proyecto boliviano-peruano para exportar gas licuado a mercados de América del Norte devolvió vigencia a una propuesta peruana para otorgar a Bolivia una “zona económica especial” en el puerto de Ilo, sobre el Pacífico.

Perú propuso a Bolivia en agosto del 2002 otorgarle, por 99 años prorrogables, un área para la construcción de una terminal marítima y una zona para el transporte, licuefacción y exportación de gas, además de facilidades para el desarrollo de un centro turístico en Ilo, a 480 kilómetros al sudoeste de La Paz.