Uno de los referentes más importantes de la literatura y dramaturgia rusa y mundial,  Antón Chéjov, será recordado hoy y mañana, a las 20h30, con un espectáculo titulado ‘Humor de Chéjov en un acto’,  a cargo del grupo TEG+TEG.  Las presentaciones se realizarán en la sala experimental del Centro de Arte (km 4½ vía a Daule) . Las entradas cuestan 8 dólares.

 Bernardo Menéndez,  director de TEG+TEG,  afirma que  a principios de este año,  él, Marina Salvarezza y Virgilio Valero decidieron que Guayaquil no podía dejar de rendir tributo al autor de obras como El trío Vania y Las tres hermanas,  justo al cumplirse cien años de su muerte, que se produjo al amanecer del 15 de julio de 1904.

Menéndez comenta que en las primeras reuniones con Salvarezza y Valero se les ocurrió montar alguna de sus obras más reconocidas:  La gaviota o El jardín de los cerezos,  pero se dieron cuenta que implicaban grandes gastos y aglutinar un elenco numeroso.  Luego tuvieron la idea de adaptar al teatro varios de sus cuentos, pero como el  público no conoce estos textos, porque no han sido muy difundidos,  desistieron.

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Finalmente dieron  con sus obras en un acto y eligieron tres de las más aplaudidas en el ámbito internacional:  Los perjuicios del tabaco, El oso y Una petición de mano.   Los intérpretes de las piezas serán Valero,  Teresinha Murtinho  (integrantes fijos de TEG+TEG), Maricela Gómez y Roberto Manrique.  Salvarezza no actuará en esta temporada de funciones porque está fuera del país.
Respecto a los actores,  afirma Menéndez que resultó muy fácil trabajar con Murtinho y Valero porque  ya han interpretado a Chéjov.  Sobre el trabajo de Gómez,  indica que es una artista consagrada en el medio y “aunque no había hecho teatro clásico, se ha adaptado muy bien”.

Con relación a Manrique,  dice Menéndez que fue elegido porque demostró mucho talento y frescura en el papel que tuvo en la telenovela Yo vendo unos ojos negros,  que Ecuavisa transmitió hace poco, por eso pensaron en él.

Las obras 
Las vidas inútiles de los personajes de principios de  siglo;  las de aquellos que vivieron de  apariencias,  son las que  retrata  Chéjov,  afirma el director  cubano. Agrega que en Chéjov es más importante lo que se piensa que lo que se dice,  “en eso radica mi gusto por este dramaturgo”, indica el director.

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En relación al libreto, sostiene Menéndez que ha sido respetado.  “Hay alguno que otro salto,  alguna que otra alusión a la realidad ecuatoriana,  pero  en términos generales puedo decir que he sido fiel”.

A diferencia que en otros montajes,  el director recalca que en esta ocasión “tuvimos un concepto estético desde el principio,  que fue de la mano con la interpretación”. 

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La música fue especialmente compuesta para las obras por  Nicolás Altgelt,  quien estuvo en  los ensayos  “para que se empape del sentido de Chéjov”,  dice  Menéndez,  e  indica que Altgelt consiguió una unidad con los elementos escenográficos,  con el vestuario y los actores.

En  una de las funciones –aún no se define en cuál–, serán condecorados Valero y  Salvarezza por el Congreso Nacional, con motivo de su trayectoria actoral.  TEG+TEG también recibirá un reconocimiento.