A manera de rechazo a la designación de Mónica Díaz Navarrete como directora de la Cárcel de Mujeres de Guayaquil, desde el pasado lunes las reas no permiten el ingreso de la funcionaria al penal, tampoco el  trámite de las boletas de libertad ni  la salida a audiencias de sus compañeras.

Mónica Díaz dijo ayer que “un grupo pequeño de internas, quienes han tenido ciertas prebendas en el centro, son quienes están en desacuerdo con mi nombramiento, y ese no es el sentir de todas las reas”.

La mañana de ayer, el director nacional de Rehabilitación Social, Fernando Cassis, se reunió con Díaz y funcionarios del Ministerio Público y del Consejo Nacional de la Judicatura, en el Centro de Detención Provisional (CDP), para establecer el tratamiento de este problema.

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Las detenidas, representadas por la interna Marisol Ruales, indicaron que no reciben apoyo de la nueva directora para poner en marcha los programas de rehabilitación y por eso exigen su cambio.

“La abogada Díaz no nos permite continuar con los proyectos que tenemos planificados, incluso prohibió que una compañera salga a recibir atención médica”, señaló.

Díaz negó esta acusación y aseveró que ha denunciado una serie de irregularidades que se han presentado en la cárcel. “Mi finalidad no ha sido herir susceptibilidades, aquí las reclusas vienen a rehabilitarse, en ningún lugar del mundo se ha visto que un comité de internas escoja a los directores”, agregó.