Las gigantografías del caso Fybeca, que se registró el 19 de noviembre del 2003 y dejó ocho muertos (seis con antecedentes delictivos), impactaron ayer a quienes paseaban por la Plaza de la Independencia, frente al Palacio de Carondelet.

Las tres Dolores (Vélez y Briones, viudas de los dos inocentes; y Guerra, esposa de uno de los presuntos desaparecidos) llegaron a ese sitio casi a las 12h00.

Las mujeres se unieron al plantón de Pedro Restrepo, padre de Carlos Santiago (17) y Pedro Andrés (14), desaparecidos en Quito, el 8 de enero de 1988. Por este caso, el Estado debió pagar una indemnización de 2 millones de dólares a Restrepo.

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En la plaza, las mujeres perifonearon en un megáfono su rechazo porque los juicios por la muerte de Carlos Andrade (esposo de Vélez) y Guime Córdova (cónyuge de Briones); y las presuntas desapariciones de Johnny Gómez (esposo de Guerra) y César Mata (hijo de Pilar Valenzuela), “por culpa de los fiscales y jueces van camino a la impunidad”.

Dolores Guerra denunció que supuestamente está siendo amenazada por Érick Salinas, el ex agente que aparece en una foto de Diario EL UNIVERSO cuando detiene a un hombre que, según Guerra, es su esposo Johnny Gómez.

Dolores Vélez, en cambio, aseveró que los crímenes que se cometieron fueron de lesa humanidad. “A Carlos (su cónyuge), un evangélico que predicaba la palabra de Dios y ese día fue a comprar pañales para nuestra hija, lo mataron con ocho tiros por la espalda, y al mensajero (Guime Córdova) le dieron el tiro de gracia en la nuca”, aseguró.

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Según Elsy Monge, de la Comisión Ecuménica de los Derechos Humanos, “el hecho que se hayan trasladado hasta Quito a reclamar justicia, demuestra la valentía, coraje y transparencia de estas mujeres.