El sector del Gobierno una vez más mostró su debilidad en la negociación, así lo reconoció ayer el jefe de bloque de Sociedad Patriótica, Gilmar Gutiérrez, tras señalar que confió demasiado en el representante del PRE, Mario Touma, quien comprometió los votos de su bloque a favor de la objeción parcial del régimen.

Agregó que de la aprobación de la ley, el régimen pudo confirmar que tiene trece aliados incondicionales: cinco diputados de Sociedad Patriótica; los independientes José Columbo, Rafael Dávila, Vicente Olmedo, Luis Felipe Vizcaíno, Héctor Barcenas y Vinicio Andrade; y a esa lista se agregan Jacobo Sanmiguel (PS) y Franklin Sanmartín (PSC-PCE).

Destacó que antes del veto a la Ley de los Jubilados hubo un compromiso firme de  Touma, lo que motivó al Ejecutivo a objetarla,  porque tenían la tesis de que “hay que castigar a los cerveceros”, dijo.

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El PSC y la centroizquierda miran al Gobierno sumergido en la impopularidad y sin aliados permanentes, sujeto a las circunstancias, dependiendo de la decisión del PRE, que permanentemente condiciona su apoyo a cambio del retorno del ex mandatario Abdalá Bucaram. Para evitar más tropiezos legislativos, el régimen no enviará nuevos proyectos de ley urgentes hasta después de las elecciones, afirmó Gilmar Gutiérrez.