La exposición estará abierta en Buenos Aires hasta el próximo 29 de agosto.  Luego, será exhibida en otras  ciudades del interior de Argentina. Es posible que la muestra recorra otros países en el 2006.

Joaquín Salvador  Lavado, Quino, que es homenajeado en Buenos Aires con una exposición que reúne trabajos de sus 50 años como dibujante, confesó ayer que siente que se ha convertido “en una especie de relator de la realidad”.

“Me pregunto cómo es posible que yo haya dibujado hace tanto tiempo cosas que siguen pasando hoy”, aseguró en un recorrido por la muestra ‘Quino 50 años’, cuyas puertas está previsto que se abran hoy al público, en el Palais de Glace de la capital de Argentina.

Publicidad

Con su habitual timidez, el creador de Mafalda, Manolito, Felipe y otros personajes conocidos, reconoció que al principio no le entusiasmaba demasiado “la idea de un homenaje por esa eterna lucha que tiene uno con la autoestima”.

“Ahora que vi la exposición, estoy muy contento y pienso que no está mal que la gente se entere. Pese a hacerlo mal, como se nota en mis primeros dibujos, pude comunicar algo”, aseguró Quino frente al primer trabajo que publicó en el semanario denominado Esto es, en 1954.

La muestra, con entrada gratuita, permanecerá abierta en Buenos Aires hasta el 29 de agosto próximo y luego recorrerá distintas ciudades del interior de Argentina, como Córdoba, Mar del Plata, Rosario y Mendoza, la tierra natal del dibujante.

Publicidad

Por ahora está previsto que la retrospectiva itinerante, organizada por la Fundación Andreani y la Asociación Amigos del Palais de Glace con el apoyo de varias empresas, termine el año que viene, “pero hay propuestas para que siga en 2006 en varios países”, dijeron los responsables de la muestra.

Además de los comienzos de Quino en el “humor gráfico mudo”, tal como él mismo lo definió, la muestra abarca campañas publicitarias y trabajos inéditos, algunos de los cuales pertenecen a su colección personal.

Publicidad

Sobre la actualidad de personajes como Mafalda, una serie que por decisión propia fue publicada por última vez en 1973, señaló que él es “el primer sorprendido” y dijo que la única explicación que le encuentra es que siempre trabajó “con lo que pasaba en el momento”. “El mundo ha cambiado mucho para mí, pero según mis trabajos no ha cambiado tanto”, consideró.

Quino, que no se arrepiente de haber dejado de dibujar a Mafalda y a los ocho personajes que la acompañaron durante una década, sigue enojándose cuando le acusan de haber “matado” a la niña que odiaba la sopa y solía mantener conversaciones con un globo terráqueo.

“Soy como un carpintero que hace muebles. A la gente le gustó más Mafalda, pero para mí siempre fue igual al resto de mis trabajos”, remarcó.

De todos modos, Mafalda y sus amigos ocupan un lugar muy importante en una exposición que según el dibujante surgió de una “minuciosa tarea de selección” de su sobrina y representante, Julieta Colombo.

Publicidad