Preocupa el proyecto de ley que está en el Congreso, para reducir la contribución al sector industrial y comercial al Ferum (Fondo de Electrificación Rural y Urbano Marginal) del 10% al 5%, promulgada en el Registro Oficial N° 221 del 29 de junio de 1993.

Una decisión así haría retroceder al país a décadas anteriores, en que el servicio no llegaba a zonas marginales por su incosteabilidad.

La mayoría de empresas de distribución, reflejan déficit económicos anuales y no cuentan con recursos financieros para ejecutar proyectos particularmente en amplias zonas marginadas urbanas y rurales; se supone que son una responsabilidad del Estado.

Publicidad

Pese a los esfuerzos realizados con recursos de electrificación rural, solo el 55% en las áreas rurales cuentan con el servicio.

Como consecuencia del elevado costo de las tarifas eléctricas ($ 8,1 la más cara de la región) los sectores productivos han hecho cuestionamientos y reparos a la vigencia de esta ley y otros tributos.

En este sentido, corresponde al Gobierno establecer políticas tarifarias eficientes que permitan su competitividad, pero sin descuidar la cobertura eléctrica en pro de los menos favorecidos.

Publicidad

Ab. Xavier León Ramírez
Guayaquil

Ante la posibilidad de mermarse ingresos para cumplir programas de electrificación del Conelec, a través de cada empresa eléctrica del país, debemos ver unos aspectos.

Publicidad

De todos los programas sociales, el de electrificación, es el más exitoso, al punto que no se ha interrumpido desde su creación en 1996. Ecuador basa su economía en el sector agrícola (rural) y es imperativo que se lo dote de servicios básicos para su desarrollo o subsistencia; el de la energía eléctrica es uno de los más básicos que el país debe procurar, más si la tecnificación del agro se nutre de este.

Los niveles de electrificación en los sectores rural y marginal, especialmente en la Costa, son pobres. Recién hace dos años se electrificaron zonas urbano-marginales en Guayaquil, como Bastión Popular. Eso da la medida de lo extenso de áreas sin servicio.

En otros cantones de Guayas asimismo se están haciendo esas obras, no dotarlas en la zona rural, seguirá animando la migración a las urbes y formando cinturones de miseria.

Hacer programas de electrificación significa también menos pérdida de energía. Disminuir el porcentaje de contribución para el Ferum en las planillas eléctricas; si bien es cierto decrece el valor por pagar los abonados, está disminuyendo un impuesto.

Publicidad

Pero no estamos atacando el problema de fondo: la ineficiente generación de energía eléctrica, falta de inversión para programas de optimización del transporte de energía..., causan mayores pérdidas. Volver más eficiente este servicio básico, es sin duda achicar el costo de la energía (kw/h) lo que disminuirá en valor absoluto, las aportaciones de abonados al Ferum.

Ing. Elec. José Noriega Gualli
Guayaquil