Dusan tiene fe en su Emelec

Algunos lo recuerdan como obstinado, terco, loco o simplemente como un personaje que llegó de la entonces Yugoslavia a “revolucionar” el fútbol de Ecuador en 1988 para dirigir las diferentes selecciones. Dusan Draskovic, hoy técnico de Emelec, no busca cambios tácticos, solo “ordenar a los futbolistas”.

La ingratitud del fútbol ecuatoriano hace que muchos olviden que el proceso del entrenador montenegrino nutrió al combinado tricolor que clasificó a su primer Mundial en Corea-Japón 2002 de jugadores base como Iván Hurtado, Cléver Chalá, Ángel Fernández, José Cevallos y otros.

A sus 65 años Draskovic (también graduado de economista y preparador físico) vive más enamorado del fútbol, y se apasiona cuando recuerda su llegada al país, donde tiene la oportunidad de darle velocidad y dinamismo a Emelec.

Pregunta: ¿Qué filosofía de juego implantará en Emelec?
Respuesta: No hay tanta diferencia con el sistema de juego anterior (4-4-2). Mantenemos el sistema inicial que es de cuatro defensas. La gente confunde, dicen que juego con tres zagueros, lo que pasa es que mis marcadores son ofensivos y me quedo con dos centrales rápidos a los que se les une un volante interior (Nº 5) delante de los defensas. (Diego) Alarcón puede jugar por su experiencia de volante y en 90 minutos alternar de central cuando los carrileros suban.

P: ¿Qué características explotará de sus jugadores?
R: El fútbol se juega para el público, no para los entrenadores o los dirigentes. Buscamos velocidad, fuerza y más habilidad. El jugador ecuatoriano es inteligente por sacrificio y trabajo, no porque las cosas “caen del cielo”. Si podemos jugar equilibrados con la pelota en nuestro poder, pero con menos tiempo para salir rápido al contragolpe, esa es nuestra meta.

P: ¿Se actualiza constantemente sobre el fútbol a nivel mundial. Cambió su juego?
R: No tengo mucho que leer de fútbol, solo hago apuntes. Los que cambian son los jugadores, su biotipo, son más polifuncionales (idéntico-completo), donde se encuentre sabe qué hacer. Si está en defensa, marca, en el medio campo debe andar como cualquier número diez u ocho, y en el ataque debe saber definir. Los sistemas tácticos rotan como la moda. Tiene más sentido ponerlos en orden donde cada uno puede rendir más y ayudar a la siguiente zona.

P: ¿Qué lo motivó a quedarse a vivir en Ecuador?
R: Bueno, después de 16 años de estar acá, porque recuerdo como si fuera ayer cuando llegué, un 5 de marzo de 1988. Me siento bien porque acá nunca me sentí aburrido, ni presionado. Además, porque formé mi familia (está casado con Laura Pazán Gómez), me gustó el clima, el país.

P: ¿Donde desearía morir en Ecuador o Montenegro?
R: Más tiempo paso aquí. Si no me agarra la muerte en Montenegro moriré acá. Aunque allá tengo mejores condiciones para vivir en economía, pero siempre regresaré aquí.

P: ¿Vive para el fútbol?
R: Toda la vida. Es mi pasión. Ejercí la primera profesión (economista), fui director de comercio de una fábrica de locomotoras y vagones en Europa Central, donde trabajé dos años y medio, y uno como jefe del área comercial. Pero me di cuenta que sin el fútbol no podía vivir y dirigí al Spartak  (Moscú). También fui representante de una Cámara de Comercio en textiles y cuero. El fútbol pudo más,  llegué a dirigir en Ecuador y las cosas cambiaron.