Mañana, tras casi cinco semanas de permanecer en los edificios del seguro social en Quito y Guayaquil, los jubilados entregarán las instalaciones debido a que solo se mantienen a la espera de la publicación en el Registro Oficial de la ley que elevará sus pensiones, aunque ya la huelga de hambre fue depuesta en ambas ciudades.

Los colchones y los plásticos con que se cubrieron los pensionistas de Quito durante su ayuno fueron sacados al sol este martes,  para que se despojen de la humedad que tenían tras la lluvia de esta madrugada, que los obligó a cobijarse en el interior del edificio Zarzuela de Quito.

Mientras otro grupo, con una marcha en la que ondeaban las banderas nacionales, decenas de jubilados no recorrieron el centro histórico de la capital para protestar, sino para aprobar lo resuelto la noche de ayer por el Congreso, en la que se estableció el financiamiento del alza de pensiones en 27%.

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El presidente de la Confederación de Jubilados, Gerardo Ramos, expresó su aprobación al dictamen del congreso que hace efectivo el alza de las pensiones jubilares.

Los dirigentes de los jubilados en Quito anunciaron que tras la  entrega de las instalaciones del edificio Zarzuela se trasladarán en una marcha hasta la Caja del Seguro para hacer lo mismo con ese local.

La jubilada quiteña Carmen Paredes, que la semana pasada empuñó un cuchillo con el que amenazaba desangrarse si no se le daba una pronta solución al financiamiento de las pensiones, este martes bailaba en los bajos del edificio Zarzuela del IESS y agradecía a quienes colaboraron con este gremio durante la medida de hecho.

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La médica Adriana Ayabaca, que atendió a los jubilados de Quito en los trece días que duró la huelga de hambre, recomendó a quienes integraron la medida de hecho que lleven una dieta rica en nutrientes de por lo menos 10 días hasta que restablezcan sus fuerzas.

Por su parte, el Ministro de Gobierno, Raúl Baca Carbo, dijo que se prevén recortes en algunos sectores para poder cumplir con  el dinero correspondiente para financiar el alza de pensiones. Fue reiterativo en afirmar que los recursos del Fondo de Solidaridad (FS) no pueden ser usados para gasto común.

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La nota curiosa y dolorosa de la última noche en los exteriores del edificio Zarzuela la vivieron Eloy Castellano, quien al levantarse en la mañana no encontró su televisor; asimismo Hugo Freire denunció que al amanecer no encontró sus zapatos; la empleada retirada Laura Guerrero mostró su preocupación ante la inseguridad que vivieron los manifestantes de la capital.

En Guayaquil
“Ni un paso atrás” y “Jubilados unidos jamás serán vencidos”, eran las frases que los jubilados que se encontraban en el interior de la Caja del Seguro de Guayaquil, cuando vivían la última tarde en la medida de hecho que en esta ciudad comenzó hace 37 días cuando un grupo dirigido por Ruth Domínguez una mañana decidieron tomarse el edificio  principal del IESS en la provincia.

En la sala de juntas del IESS de Guayaquil se  abrazaban, se tomaban de la mano y se tomaban fotos los jubilados que celebraban que se haya establecido un financiamiento a sus mensualidades; no obstante el dirigente gremial, Pedro Díaz, dijo que la lucha de los pensionistas terminará cuando se haya reorganizado el país y el seguro social.

El dirigente de la asociación de jubilados "Publio Falconí", Enrique Moreno, dijo que este miércoles el gremio entregará los edificios del IESS que fueron tomado en la medida de hecho, con la presencia de un notario y con un documento firmado, "para que no quepa duda que nadie se ha llevado nada del instituto".

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El jubilado Ricardo Córdova también consideró que la lucha de su gremio no termina con la aprobación del alza de pensiones, y dice que lo ideal sería que los afiliados al IESS sean atendidos por un médico del organismo cuando lo necesiten, y que el galeno les dé los medicamentos que requieren, sin que les diga que no hay medicinas en las bodegas del organismo.

Pero, ante la algarabía que se vivía en la Caja del Seguro, Julio Leidán, hijo de una jubilada que se sumó a la huelga de hambre, tuvo que ser trasladado a una casa asistencial porque sufrió un quebranto en su salud.