Hay cierta clase  de canciones que pueden escucharse todo el tiempo, I feel good de James Brown pertenece a esta categoría, y es que El padrino del soul o Mr. Dinamita, como se conoce a este estrafalario y peculiar intérprete, pone en este tema una fuerza única que a cualquiera le entran ganas de sentirse bien.

Puede ser que a algunas personas les quede alguna duda sobre la salud mental de James Brown cuando se discute su aporte a la historia de la música en general.
Pero este genio del funky en el 2003 fue honrado en el Centro Kennedy de Washington como uno de los músicos más influyentes de los últimos 50 años.

Ya eso es bastante para alguien como él. Brown ha llevado una vida repleta de excesos y con muchos problemas con la justicia estadounidense, solo baste decir que antes de cumplir los 20 años ya había sido detenido por robo a mano armada y luego estuvo encerrado más de tres años en un reformatorio.

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Hablar de James Brown es hablar de la música negra norteamericana con grandes letras. Es exponer la transición que llevó del primitivo rythm and blues (R & B) al soul a principios de los sesenta, y de la evolución del soul al funk a finales de esa misma década.

Si algo ha caracterizado la carrera de este necesario cantante  ha sido su valentía para evolucionar y su eficiencia contrastada como todoterreno en el campo musical.

Cuando deja desarrollar toda su destreza, genio y magistrales toques de locura, es capaz de atrapar a cualquiera, es lo que se piensa escuchándolo en temas como Rapp payback (Whore iz Moses) de 14 minutos de duración, en la parte final de la canción agradece en español, japonés, francés, alemán y consigue quedarse con las simpatías de todos.

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Capaz de cantar, ¿O mejor se podría decir suplicar?, las más desgarradoras baladas como Please, please, please, o también It’s a man’s world; plantar cara con el soul más potente, dinámico y poderoso que lo representa muy bien en I feel good, Papa’s got a brand new bag; o acometer con el funk más explosivo y dinamitero para hablar de la célebre Sex machine, o de Hot pants con su toque de sexualidad incluida; o la reivindicativa Say it loud, o I’m black & I’m proud; sin quedarse atrás en el desarrollo de temas instrumentales de la talla de Night train y Honky tonk. James puede con todo.

Origen marginal

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Quizás el hecho de haber surgido de una familia de escasos recursos, represente una ventaja al momento de volcar toda su fuerza interpretativa. James Brown nació el 3 de mayo de 1933 en Macon, Georgia, Estados Unidos, en una familia pobre de un barrio marginal. Esto le obligó a desempeñar desde la adolescencia todo tipo de trabajos para subsistir.

En 1953, luego de haber pasado un tiempo detenido, ingresó en el grupo de gospel o música religiosa Starlighters. Brown enseguida logró influenciar a la agrupación que poco a poco fue cambiando del estilo gospel al rythm and blues y el nombre del grupo pasó a ser el de Famous Flames.

En 1955 publicaron Please, please, please, que tuvo buena acogida entre el público que los seguía. Tres años después se lanza Try me, que se convertiría en el primer número 1 de James Brown.

Para 1962 la banda presentaría un memorable concierto que se escenificó el 24 de octubre en el Apollo Theatre de Harlem en Nueva York, cuna de grandes artistas como la propia Ella Fitzgerald. James Brown, que se comportó como un ciclón sobre el escenario, se ganó los favores del público. El resultado de tan brillante actuación sería un excelente y necesario disco lanzado como Live at the Apollo.

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A partir de ese momento, los éxitos comenzaron a acumularse en su carrera, con títulos como I’ll go crazy, thing y Prisioner of love.

Esto solo provocaría que Dinamita Brown pensara en la separación del grupo con el que había logrado reconocimiento y fama.

Tras separarse de Famous Flames, James Brown comenzó a actuar como solista, en esa nueva aventura consiguió nuevos éxitos como The payback’, It’s a man’s, man’s, man’s world, My thang, Gravity’ y Papa don’t take no mess’.

Ya montado en el carro del éxito participó en algunas películas, la más recordada es The blues brothers, traducida como Los hermanos caradura en 1980, donde actúa junto a John Belushi y Dan Ayrkroid.

En este periodo, en que por el abuso de las drogas casi termina con su carrera, también fue a parar a la cárcel, en 1988 fue arrestado por maltratar a su mujer y  condenado a seis años de prisión, aunque salió libre en 1991.

Sin importar la vida desordenada que ha llevado James Brown, nadie puede discutir sus cualidades interpretativas, aunque muchos lo consideren un payaso, por la forma como viste cuando presenta un concierto, la fuerza de su música siempre estará presente.