Acusaciones de corrupción, inseguridad social y desempleo, polarización de la población y el manejo de los recursos naturales afectan a cuatro mandatarios.
Alejandro Toledo, inmerso en la peor crisis de su gobierno
El presidente de Perú, Alejandro Toledo, dirigirá mañana un mensaje al país al cumplir tres años en el poder, en medio de denuncias de corrupción, casi huérfano de apoyo popular y con varios sectores que le piden recortar sus dos últimos años de gestión.
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El mensaje se emitirá en medio del escándalo que se produjo ayer, luego de que el Toledo y su esposa, Eliane Karp, fueran acusados de tener una cuenta por más de 5 millones de dólares en un banco de Luxemburgo, producto de un soborno, denuncia que realizó su ex asesor César Almeyda a la revista Caretas.
A ello se agregó la severa derrota del gobierno con la elección del opositor Antero Flores Araoz como nuevo presidente del Congreso.
Este panorama tiene como telón de fondo la escasa popularidad de Toledo, que está en sus peores niveles: entre 7 y 9% de aprobación.
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Toledo anunció estar dispuesto a levantar su secreto bancario y advirtió que hay “una conspiración contra la democracia”, de la que acusó a “la mafia” de Vladimiro Montesinos, ex brazo derecho del destituido presidente Alberto Fujimori (1990-2000), prófugo en Japón.
La acusación contra Toledo aflora en medio de denuncias periodísticas de presunta corrupción contra dos de sus hermanos, Margarita y Pedro, y otra delación contra el gobernante por coima de 2 millones de dólares de la empresa colombiana Bavaria a su ex asesor Almeyda.
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El domingo, diario El Comercio pidió a Toledo “dar un paso al costado” y ceder la gestión política a “un gabinete independiente con carta blanca”. En febrero pasado Alejandro Miró Quesada, director del diario, considerado el decano de la prensa peruana, pidió un cambio ministerial “ciento por ciento independiente” y liderado por un primer ministro “con plenos poderes” que gobierne al Perú durante los dos años que falta de la gestión de Toledo.
Según el diario, “los avances que intenta Toledo (...) se truncan frente a lo que ha sido la principal ruina de este gobierno: su entorno”.
CAMBIOS DE GABINETE
12 de julio del 2002:
Primera crisis ministerial del presidente Alejandro Toledo, por la privatización de dos empresas eléctricas en Arequipa. El nuevo gabinete lo lidera Luis Solari con 7 nuevos ministros y 9 ratificados.
26 de mayo a 28 de junio del 2003:
Se inicia una ola de protestas contra su política económica que origina la renuncia de todo su gabinete. El 28 de junio Toledo juramentó a la abogada independiente Beatriz Merino como presidenta del Consejo de Ministros.
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15 de diciembre del 2003:
Un escándalo que tocó a Merino provoca que Toledo nombre a su correligionario Carlos Ferrero como primer ministro.
16 de febrero del 2004:
Nuevo gabinete, aún liderado por Ferrero.