Energizados por un duro ataque contra el  presidente George W. Bush, los demócratas se concentran este martes en la  promoción del senador John Kerry, explicando por qué debe llegar a la Casa  Blanca y cuál es su programa de gobierno, a un electorado que aún duda.
 
Casi 5.000 delegados y unos 15.000 invitados entraron en el segundo día de  su convención nacional en Boston (Massachusetts, noreste) estimulados por los  discursos de prominentes demócratas como los ex presidentes Bill Clinton y  Jimmy Carter, que fustigaron a los republicanos por la guerra en Irak y su  manejo de la economía.
 
Pero los oradores del martes, entre los cuales figuran el legendario  senador Ted Kennedy (Massachusetts) y la esposa de Kerry, la heredera del  ketchup Teresa Heinz, contarán anécdotas de la vida del candidato, su  experiencia como soldado en Vietnam, como fiscal y como senador durante dos  décadas.
 
Los demócratas apuestan a que la convención convenza a los estadounidenses  de que Kerry será un mejor comandante en jefe que Bush, en momentos en que las  encuestas lo muestran aventajado por el Presidente. Pero antes deben explicar  quién es John Kerry y qué hará si es electo.
 
Un sondeo del diario The Washington Post y ABC News difundido este martes  aún muestra a Kerry empatado con Bush, pero señala que el 54% de los  estadounidenses no está familiarizado con su mensaje, a tres meses de las  elecciones presidenciales del 2 de noviembre.
 
Los estadounidenses también creen que el país estaría más seguro con Bush,  por 54% contra 38%.
 
Aunque arrecian las críticas a Bush por la guerra en Iraq, una nueva  encuesta de Gallup mostró que 45% de los estadounidenses piensa que tiene un  plan claro para los próximos años sobre el tema, mientras sólo un tercio cree  que Kerry también lo tiene.
 
Por todo esto, la convención, la máxima celebración política de cada  partido, que se desarrolla bajo medidas inéditas de seguridad en el centro de  Boston, es una oportunidad única para mostrar a Kerry como un valiente veterano  de Vietnam que pidió para ir a la guerra y que cuenta con el liderazgo y la  experiencia necesarias para llevar las riendas del país en momentos de crisis.
 
El lunes, Clinton, Carter y el ex vicepresidente Al Gore no escatimaron  críticas contra Bush.
 
Con un electrizante discurso de unos 25 minutos, Clinton (1992-1999) se  robó el show de la primera noche de convención demócrata al señalar las  diferencias entre demócratas y republicanos.
 
"Los republicanos en Washington creen que Estados Unidos debe ser gobernado  por la gente correcta -su gente- en un mundo en el cual Estados Unidos actúa  unilateralmente cuando podemos y cooperamos cuando tenemos que hacerlo", dijo  el ex presidente, que hipnotizó a su audiencia.
 
"Creen que el papel del gobierno es concentrar dinero y poder en las manos  de aquellos que abrazan sus visiones económicas, políticas y sociales, dejando  que los ciudadanos comunes se defiendan solos", añadió.
 
Clinton rechazó las acusaciones republicanas de que Kerry es débil e  indeciso y aseguró que éste hará que el país esté más seguro.
 
"La fortaleza y la sabiduría no son valores opuestos", lanzó con ironía,  sugiriendo que Bush no ostenta ambas cualidades.
 
Gore, que perdió las polémicas elecciones de 2000 ante Bush por un margen  de 537 votos en el Estado de Florida (sureste), también se defendió bien en el  podio del centro deportivo FleetCenter, en un discurso que según varios  delegados fue el mejor y más sincero que le han escuchado.
 
"¿No estaríamos más seguros con un presidente que no insistiera en  confundir a Al Qaida con Irak?", preguntó Gore.
 
Carter (1977-1981) criticó sin piedad a Bush por cometer una "cadena de  errores y malos cálculos" que han convertido a Estados Unidos en un país más  inseguro y le han llevado a una guerra "innecesaria" en Iraq.
 
"Con nuestros aliados desunidos, el mundo que nos resie