El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, ordenó este lunes a la Fuerza Pública desplegar de inmediato una operación para rescatar al obispo de la ciudad de Yopal, Misael Vacca, secuestrado el domingo por rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
"Tenemos toda la voluntad de que el señor obispo pueda regresar rápidamente al goce pleno de su libertad. El secuestro no tiene explicación. Hay que rescatarlo. Ojalá rápidamente pueda regresar al goce de su libertad", declaró Uribe, al concluir un consejo de seguridad en la ciudad de Pereira (360 km al oeste de Bogotá).
El mandatario confirmó que los comandantes del Ejército y la Policía, los generales Martín Carreño y Jorge Castro -respectivamente-, dispusieron los operativos necesarios para la liberación del prelado.
El obispo de Yopal -ciudad ubicada 350 km al noreste de Bogotá- fue secuestrado el domingo en la mañana cerca de la población de Morcote, al noreste del país, cuando realizaba trabajo pastoral en compañía de dos sacerdotes y el alcalde de la aledaña población de Nunchía, José Galvis.
"El señor obispo estaba realizando trabajo pastoral (...) y llegaron unos señores identificándose como miembros del ELN y le dijeron que los acompañaran porque estaban interesados en enviar un mensaje con él", aseguró a la prensa el sacerdote Nicolás Roa, párroco de Yopal.
Según el sacerdote, los secuestradores afirmaron que liberarían al obispo una vez que le suministraran el mensaje del ELN.
Consultado sobre esa posibilidad, el presidente Uribe insistió en señalar que "el secuestro no tiene explicación".
Vacca, de 48 años de edad, fue contactado desde el sábado cuando se le acercaron los presuntos miembros de esa guerrilla y le informaron que no podría abandonar la región hasta nueva orden, según Galvis.
El hecho generó el rechazo de la Iglesia Católica y de otros sectores de la sociedad colombiana.
La Conferencia Episcopal de Colombia pidió al ELN respeto por la vida del obispo y su liberación inmediata. "Reafirmamos nuestra posición de total rechazo al secuestro de toda persona y lo condenamos como un crimen detestable que viola los derechos fundamentales de la vida y la libertad", subrayó en un comunicado.