Un daño en el frigorífico de la morgue del cementerio de Quevedo obliga a que los cadáveres sean enterrados en fosas comunes a las 48 horas, lo que genera reclamos de familiares que viven lejos de la ciudad.

“Solo podemos tener los cadáveres 48 horas. Si no se acercan los parientes a reconocerlos y llevarlos, tenemos que darles sepultura para evitar la descomposición. El frigorífico está dañado desde hace más de año y medio”, afirmó Alcides Giraldo Bravo, administrador del cementerio general de esta ciudad.

Los inconvenientes se presentan cuando los familiares se acercan a retirar los cuerpos que ya han sido enterrados. El administrador del camposanto argumentó que si el frigorífico estuviera en buen estado, estos problemas no se suscitarían.

Publicidad

Además hay casos de profanación de tumbas por parte de familiares que llegan sin ningún documento de la Fiscalía y se llevan los cuerpos.

Los vecinos del cementerio también se quejan. “Estamos propensos a una epidemia, especialmente de los niños del sector de la avenida Los Álamos, donde los olores son insoportables”, dijo Raquel Franco, moradora.

El alcalde, Marco Cortés, señaló que pidió se elabore un presupuesto para comprar un frigorífico nuevo.