¡Qué insólito! En el Dispensario Nº 31 del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) han comprado un televisor para “distraer” a los afiliados que van a hacerse atender.

¿Cómo tienen plata para comprar televisores y no para abastecer de medicinas la botica de ese dispensario donde  nunca hay los medicamentos que los médicos nos recetan a los afiliados?

José Moncayo Guerrero
Guayaquil