Ecuador está sin entrenador de la selección de mayores a 43 días de enfrentar a Uruguay, el próximo 5 de septiembre, en Montevideo por las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Alemania 2006. La Ecuafútbol quiere retener al DT colombiano.

En dos ocasiones sonó el teléfono celular del coordinador de selecciones, Vinicio Luna, la tarde del pasado jueves cuando se anunció públicamente la renuncia del colombiano Hernán Darío Gómez al cargo de técnico del combinado  de Ecuador.

Una de esas llamadas fue del Bolillo Gómez desde Medellín, Colombia. Luna contestó, fue breve en su diálogo, terminó la conversación y se unió al grupo de directivos de Ecuafútbol, entre los cuales el presidente Luis Chiriboga Acosta que leía la carta de dimisión del DT.

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“Solo me preguntó cómo estaba todo por acá, la reacción de la gente por la renuncia”, señaló Luna, quien fue el primero en Ecuador en conocer la noticia, cuando Bolillo le comentó por vía telefónica la noche del pasado martes que la situación en el país estaba difícil “por la presión de ciertos sectores de la prensa. Mejor doy el paso a un lado, no quiero ser la piedra de tope”, recordó Luna, lo que el  DT  le expresó.

A las 08h00 del miércoles pasado el coordinador de la Tricolor revisa su correo electrónico y se encuentra con la renuncia de Gómez y lo que horas antes parecía una amenaza se convertía en realidad.

La noticia tomó por sorpresa y alertó a la dirigencia de la Ecuafútbol, que empezó a comunicarse con el técnico colombiano, pero sin resultados positivos. “Solo podíamos dejar mensajes en el  buzón de voz de su celular y en la casa. Él (Gómez) no estaba en su domicilio”, aseguró Carlos Villacís, vicepresidente de la Ecuafútbol.

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Ni su hermano, Jaime Barrabás Gómez, asistente técnico de la Tri, quien la noche anterior había conversado con el entrenador, conocía la decisión del DT que clasificó a Ecuador por primera vez a un mundial de fútbol (2002).

“Nos quedamos sorprendidos con Elkin (Sánchez, preparador físico del combinado). No me dijo nada, incluso en el avión de regreso de Quito a Medellín (el 15 de julio) conversamos de la planificación para el juego contra Uruguay. Al presidente (Chiriboga) le dijo ‘me voy rápido para regresar rápido y trabajar’”, señaló Barrabás.

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Bolillo buscó refugio en una finca, propiedad de su familia,  en el sector Ríos Negros, en las afueras de Medellín, Colombia. No se conoce con exactitud qué día, dice Luna.

Mientras la Ecuafútbol insiste desde el pasado miércoles en persuadir al estratega,  Luna, quien cosechó una buena amistad con Gómez piensa que la decisión del Bolillo es definitiva. “Puede ser que me equivoque, pero lo conozco y creo que es determinante, es mi opinión personal”.

Barrabás  comparte el criterio de Luna y aseguró que su hermano se siente desgastado por las cuatro eliminatorias e igual número de mundiales en los que estuvo.

“Está enfermo, así dirigió en la Copa América de Perú. Él renunció acá en Colombia porque me dijo: ‘Sé que el presidente (Chiriboga) me va a convencer que me quede, por eso no voy a Ecuador’”. afirmó  su hermano.

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Según Villacís hasta que estuvo en las oficinas de la Ecuafútbol, Gómez no se había comunicado con Chiriboga, la noche de anteayer, pero sí mantuvo un diálogo, vía celular, ayer por la mañana con Luna.

Desde el pasado martes hasta la tarde de ayer el coordinador de selecciones dijo haber recibido entre diez  y doce  llamadas del Bolillo. “Él (Bolillo) es el que llama porque es mi amigo. Nosotros no podemos comunicarnos con él porque está fuera de Medellín”, afirmó.

$ 1’394.000
GANADOS

Hernán Gómez ganó  1’394.000 dólares en salarios desde el 24 de agosto de 1999 (firma de su contrato) hasta la fecha. En salarios obtuvo más de $ 1’144.000, en los cinco años que ejerció como estratega en la Tricolor. A ello se agregan los $ 250 mil de premio por clasificar al Mundial 2002. Aquí no se incluyen los premios por juegos ganados ni viáticos.
$ 15.000
SALARIOS

El primer salario del técnico fue de  15.000 dólares, pero aumentó a $ 18.000 desde el 1 de septiembre del 2000. Se le aumentó a 21.600 (antes del Mundial 2002) y terminó con $ 25.000.