El policía ‘Chucula’
Durante la década del 60 del siglo pasado, por la barriada de Manabí y Guaranda, era frecuente observar a un policía de contextura delgada, alto, de toscas facciones, que siempre portaba una pistola. Según él, quería acabar con la delincuencia en esta ciudad.

Pero lo curioso es que el gendarme tenía los pies planos y por consiguiente su problema físico para correr y lograr alcanzar a los antisociales, que casi siempre, a toda carrera, se le escapaban.

Cuando perseguía a los rateros, aparecía por las calles Manabí y Seis de Marzo (dirección este-oeste), mas por su conocido problema constituía un espectáculo el mirarlo. Al correr blandía la punta de la pistola para todos los lados y al verlo alguien gritaba ¡Ahí viene Chucula!

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De inmediato la gente se lanzaba al suelo o se escondía entre los estantes por temor a recibir algún disparo, de esos que Chucula hacía por lo general al aire. Incluso los mozalbetes y vagos del sector que acostumbraban a jugar naipes al aire libre o los zaguanes, salían a toda prisa y dejaban botados los naipes y el dinero.

Luego del susto, la gente soltaba la risa y todo retornaba a la normalidad en el barrio, hasta una nueva carrera del popular Chucula.

Recuerdos del abogado Eduardo Sánchez Rondoy, vecino del sector.