La recién designada Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, dijo ayer que el Gobierno de Israel debe cumplir con los fallos judiciales y los llamamientos políticos que le instan a derribar el muro de separación que ha levantado en los territorios palestinos ocupados.

Arbour recalcó que los veredictos de la Corte Penal Internacional de La Haya y de la Corte Suprema de Israel han coincidido en que “tal como está concebida y erigida, esa barrera debe ser removida”.

A esto se suma la resolución aprobada la noche del martes en la Asamblea General de la ONU, que pide a Israel que cumpla el fallo que declaró ilegal el muro y dispuso su desmantelamiento.

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El muro es reivindicado por Israel como la mejor protección contra ataques terroristas, pero los palestinos consideran que es una apropiación ilegal del territorio del futuro Estado palestino.

Mientras, la crisis interna palestina continuó ayer. En Ramalá el presidente palestino, Yasser Arafat, otorgó plenos poderes, incluidos sobre los organismos de seguridad, al primer ministro Ahmed Quorei para crear un Gobierno fuerte que afronte el caos en los territorios palestinos.

Pero el Parlamento palestino exigió a Arafat que aceptase la dimisión de Quorei, presentada por los bloqueos de Arafat a las reformas de instituciones palestinas.

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En Gaza, decenas de miles de palestinos exigieron a Arafat cumplir estas reformas.