En una sorprendente demostración final de velocidad, el ciclista Lance Armstrong ganó este jueves la decimoséptima etapa del Tour de Francia y amplió su ventaja en el liderato general en lo que podría ser su sexto triunfo. 

La victoria en la etapa fue la tercera de Armstrong en tres días y su cuarta en este Tour, con lo que igualó su mejor marca en las competencias anteriores, que también dominó. El tejano podría obtener el sábado su quinto triunfo en una etapa. 
 
Quiero ganar este año, dijo el cinco veces campeón. 
 
Armstrong, muy visible con su camiseta amarilla de líder general, aceleró al máximo al acercarse a la meta y superó al campeón alemán Andreas Kloden apenas por unos centímetros. 
 
Incluso el estadounidense no podía creer que había ganado. Con una amplia sonrisa, alzó sus brazos al aire cuando superó a Kloden, que parecía sería el ganador hasta que Armstrong dio su acelerón. 
 
Con el triunfo, el cinco veces campeón obtuvo segundos de bonificación que incrementaron su ventaja sobre el italiano Ivan Basso. 
 
El alemán Jan Ullrich entró en tercero, seguido por Basso. 
 
Tanto en las montañas como en una prueba contrarreloj el jueves, Armstrong ha estado a un nivel distinto al de sus rivales. Su ventaja de cuatro minutos y nueve segundos sobre Basso debe llevarlo con facilidad el domingo al podio en París. 
 
Al concluir este jueves el último ascenso, sólo Basso, Kloden y Ullrich habían logrado mantenerse cerca de Armstrong y de su compañero de equipo Floyd Landis, que trabajó incansablemente para apoyar a su líder en el ascenso. 
 
En la cumbre, Armstrong extendió un brazo hacia Landis y le dio luz verde para que intentara ganar. La meta estaba a 13 kilómetros de distancia, después del descenso. 
 
Al llegar a la cumbre hablé con Floyd y le pregunté:  Qué tan rápido eres en el descenso? Me respondió: Muy, muy rápido, y le dije:  Adelante!  Adelante! 
 
Landis se alejó velozmente pero pronto fue alcanzado por Ullrich, lo que provocó que Armstrong fuera tras ellos, seguido por Basso y Kloden. 
 
Los cinco ciclistas lucharon por ubicarse al frente mientras avanzaban a toda velocidad en las últimas curvas del Le Grand-Bornand en los Alpes. Al acercarse la línea de la meta, Kloden aceleró repentinamente y la victoria parecía suya. 
 
Pero para Armstrong, la oportunidad de obtener otra victoria en su carrera favorita fue simplemente demasiado grante como para dejarla ir. Con una última mirada por encima del hombro, aceleró al máximo y encontró apenas la velocidad extra para superar a Kloden en la meta. 
 
El Tour de Francia es tan especial, dijo Armstrong. Estoy en excelente forma. 
 
Le dedicó su triunfo a Landis, que entró en último sitio de los cinco. 
 
Realmente quería que él ganara la etapa, dijo el tejano.