Opositores bolivianos al uso de un puerto peruano para exportar gas hacia mercados del Pacífico, criticaron ayer nuevamente esa opción, por la que se inclina el Gobierno del presidente Carlos Mesa, tras el referendo del pasado domingo para decidir el destino de las reservas de gas natural del país.

Roberto Ruiz, presidente del Comité Cívico de Tarija, departamento sureño que posee el 85% de la reserva, dijo que la opción peruana para sacar el gas al Pacífico “nunca existió”. Los tarijeños siempre se han opuesto a la opción peruana y han apoyado la propuesta del consorcio Pacific LNG, liderado por la empresa hispano-argentina Repsol YPF, de realizar la venta del gas por el puerto chileno de Patillos.

Esta postura a su vez la rechazan en el occidente boliviano y desató en el 2003 una revuelta social que derivó en la renuncia a la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada.

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Bolivia perdió su acceso al mar tras una guerra en 1879 contra Chile, en la que tuvo como aliado a Perú, y condiciona la venta de gas a Chile, país con un alto índice de consumo del hidrocarburo, a que este le conceda una salida al océano Pacífico.

En Lima, el  canciller peruano Manuel Rodríguez advirtió que de persistir la negativa de Chile a tratar el tema de la delimitación marítima, podría recurrir a otras vías, incluso el arbitraje internacional, aunque aclaró que no es intención de su gobierno politizar el tema para coincidir su demanda con las de Bolivia de recuperar su salida al mar y “arrinconar a Chile”.