El presidente de EE.UU., George W. Bush, promulgó ayer una ley que destinará 5.600 millones de dólares durante diez años al desarrollo de vacunas y antídotos para contrarrestar un ataque terrorista con agentes químicos y biológicos.

La ley estimula la investigación científica y la compra por el gobierno de nuevos medicamentos y vacunas para males como carbunco, la peste bubónica o compuestos tóxicos como ricina.

Bush, quien buscará el próximo 2 de noviembre su reelección, ha hecho de la lucha contra el terrorismo el componente central de su campaña política.
Informe de comisión

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La comisión oficial que investiga los ataques  del 11 de septiembre del 2001 exoneró en gran parte al presidente, George W. Bush, y a su predecesor, Bill Clinton, de acusaciones de que fallaron en evitar los atentados, según funcionarios familiarizados con el informe, que pidieron el anonimato porque aún no se ha emitido el documento.

En su lugar, la comisión tiene previsto anunciar hoy, en su informe final, que la red terrorista Al Qaeda explotó hábilmente “las profundas fallas institucionales dentro de nuestro gobierno” para llevar a cabo ataques que no pudieron evitarse. Según las fuentes, el informe dice que Clinton y Bush tomaron en  serio la amenaza que representaba Usama Ben Laden.

Ayer se dieron dos amenazas de bomba que resultaron falsas, en la Torre Eiffel en París, y en dos edificios de oficinas del Senado en Washington.